Canto yo y la montaña baila
«…Hilari siempre era igual. Era como el aire de la mañana. Fresco, delicado y lleno de ideas, y de ganas y de posibilidades. Pero siempre como el aire de la mañana. Nunca como el aire cargado de las tardes. Nunca como el aire perezoso del mediodía, el azul de la tarde o el aire oscuro […]