Gastronomía

Chocolate

24 septiembre 2021

Vainas de Cacao
Vainas de Cacao

Hola de nuevo amigos y amigas de la gaRceta de la ribera.

Dicen que a nadie le amarga un dulce, y creo que hoy nadie va a notar ni un ápice de amargura, ya que el alimento protagonista del dia es increíblemente dulce.

Algunos le otorgan propiedades afrodisiacas, otros dicen que es un sustituto del sexo, y otros sencillamente no pueden pasar el dia sin un trocito antes de irse a la cama.

Sea lo que sea, el chocolate es más nuestro de lo que nos pensamos, y aunque la vaina del cacao crezca a miles de kilómetros es más aragonés de lo que nos pensamos.

¿Pero a quien se le ocurrió la idea de crear el chocolate?

Pues a los mexicanos. Fueron los aztecas los que aprendieron a trabajar la vaina del cacao, a mezclarla con su manteca y aderezarla con especias.

Crearon una bebida fermentada que ofrecían a los dioses ya que ellos nombraron al árbol del cacao Theobromacacao algo así como el árbol de los dioses. Los aztecas lo usaban como alimento líquido, lo usaban como moneda de cambio y Moctezuma ofreció a Hernán Cortes esta bebida ya que, al principio, que ilusos, creyeron que los soldados y el propio Hernán Cortes eran dioses. Poco tardaron en ver que no lo eran…

En ese momento a esa bebida le llamaban Tchocolat. Bastante parecido fonético al nombre actual después de tantos siglos.

Fueron los religiosos que viajaban de ida y vuelta al nuevo mundo los que trajeron a España el chocolate. En todos los formatos. Y curiosamente y ahí es donde empieza la historia aragonesa del chocolate, cuentan que fueron esos religiosos los que lo llevaron al Monasterio de Piedra. Allí en las cocinas aún se pueden ver las historias, escritos y restos del lugar donde cocinaron las primeras recetas del chocolate aragonés.

Plantación de cacao

La infanta Ana de Austria se enamoró del chocolate y lo popularizo en las cortes europeas. Fue en Barcelona donde se montó la primera fábrica de chocolate industrial, quitándoles así el negocio a los monjes. Pero bueno, ya se sabe, el pez grande se come al chico. Y aunque en los monasterios se siguió con el chocolate ya no se producía tan bien elaborado y refinado como en las fábricas emergentes.

Los más astutos en el mundo del chocolate fueron suizos. Se pusieron manos a la obra, crearon las mejores recetas, los mejores productos y fueron líderes en la fabricación y venta, curiosamente el pionero en crear un chocolate en tableta como lo conocemos ahora y mezclado con harina de leche fue…. A ver si os suena este nombre….

Henri Nestlé.

Este señor levanto un verdadero imperio alrededor del chocolate. Imperio que aun en dia está en marcha a toda vela.

Pues retomemos la historia.

El cacao viene de América, pero no solo se cultiva en América. También en África y en Asia.

Es famoso el chocolate de Guinea, de Camerún, de Malasia…

Pero, aunque ellos son los que producen el cacao, hay recolectores que sudan la camiseta de forma muy dura que nunca han probado ese producto terminado.

Ensacando las vainas de cacao -Camerún.

En ocasiones cosechan la vaina, la secan, la empaquetan y ni siquiera saben lo que se hace con ese fruto marronáceo y viscoso en su interior.

Hay algún video en redes en los que ofrecen a un jefe de plantación a probar el chocolate refinado en tabletas por primera vez. E incrédulo y sorprendido dicen. ¿¿¿Es cierto que con eso se hace con esto???

Es otro ejemplo más de lo mal que está organizado el mundo.

Pero ese ya es otro tema.

Podemos encontrar el chocolate en cientos de versiones. Y se usa en infinidad de recetas.

No hay dia en una cocina profesional en el que no se gaste una buena dosis. Ya sea para postres, para guisos de caza, para desayunos….

Sería muy fácil cocinar imaginariamente algo dulce con chocolate. Una tarta, un batido, una mousse… pero vamos a cocinar hoy una receta de carne de ciervo con chocolate y ensalada de chiles.

Primero, si tenemos algún amigo cazador que guarda parte de sus trofeos, pidámosle un trozo de carne, con la promesa de que le vamos a invitar a probar el resultado. Maceramos la carne cortada a dados gruesos con vino tinto, cebolla, ajos, zanahorias y dos guindillas de cayena.

Después de una noche de maceración pondremos a cocer la carne con el mismo liquido de la maceración. Necesitará de varias horas de cocción, quizás tres, cuatro… dependerá del trozo de carne que hemos cortado, de la zona del animal… cuando la carne se empieza a desmechar, retiramos del fuego. Las verduras estarán casi deshechas por completo. Separamos la carne del líquido y las verduras. Pondremos al fuego de nuevo el líquido. Herviremos, y trituraremos. Pasaremos por un colador fino para que la salsa sea fina y elegante. En ese momento dejaremos fundir una tableta entera de chocolate de Ateca. Del que es puro, con mucha carga de cacao y poca azúcar. El chocolate fundido dará un color y un brillo espectacular, además de empastar fenomenal con los aromas de la carne de caza.

Unimos la carne y dejamos en la salsa caliente.

Prepararemos una ensalada de lechugas tiernas de los huertos ribereños, mezclaremos con dos guindillas rojas y dos guindillas verdes de intensidad media, podríamos hacerla con jalapeños si tuviéramos. Añadiríamos unas fresas, unas moras, un poco de azúcar que anestesiará el picor y una vinagreta de aceite de oliva, sal, vinagre y chocolate rallado.

Servimos la carne en un lado del plato y la ensalada acompañando, de forma que podamos disfrutar de las dos cosas y unir sabores, picores y salsas.

Pedazo de receta ehh…

Podéis escribirme, sugerir temas o hacerme preguntas en el correo eduardojcomin@gmail.com

EduCao

¡¡¡Disfrutar y hasta la quincena que viene!!!

Canción de fondo: Thievery Corporation, Exilio.
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