Pintura

Sliman Mansour

17 diciembre 2024

No es un artista que me enamora por su técnica pictórica, sin embargo es alguien que me seduce por su capacidad de emocionar, por su sutileza. pero sobre todo por su capacidad de generar esperanza.
Cabría esperar que un artista, un pintor, inmerso en una guerra eterna, que ve como su pueblo es machacado por años y años, que ve como otra gente destruye no solamente vidas, sino los pocos medios de sustento que poseen y quiera transmitir ese sufrimiento al lienzo, lo haga con pinturas llenas de horror, de llantos y de sangre, en definitiva que cree obras desgarradoras denunciando el dolor de un pueblo.

Esto sería lo esperable.
Pues bien no es el caso de Sliman Mansour. Mansour es sin duda el pintor palestino más internacionalmente conocido, que emplea la inocencia, la dulzura, pero sobre todo la ternura y la esperanza para denunciar el horror de una masacre.

¿Que cómo se hace esto? Mirad una de sus obras. Se titula “Del rio al mar”.

La escasa economía palestina se basa en el cultivo del olivo y algún cítrico como el naranjo, que escasamente cosechan para malvender y poder subsistir. En la obra aparece una mujer palestina protegiendo maternalmente a un doble árbol medio olivo, medio naranjo, única vida en un entorno en el cual solo las piedras prosperan.
Muchos de los campos palestinos son arrasados y sus gentes desprovistas de su único medio de subsistencia, para así ocupar estas tierras por colonos israelíes, como ocurrió en octubre en una aldea de Nablus donde 900 olivos y otros frutales fueron talados, sin embargo no hay ira ni violencia en la obra de Mansour, solo tristeza y lamento.

Este tipo de injustificable violencia ya había sido denunciada por Sliman Mansour en obras muy anteriores.

Mansour fue uno de los iniciadores del uso de la sandía como símbolo del pueblo palestino. Israel varias veces ha entrado en sus exposiciones y su pequeña galería de arte en Ramallah confiscando sus obras debido a su contenido simbólico y por el uso de verde, blanco, negro y rojo conjuntamente, que son los colores de la bandera palestina y que juntos aparecen en una sandía, de ahí su uso simbólico. En su obra “Ayuda de Naciones Unidas” hace una clara comparación entre la huida de una madre palestina, que angustiada espera no se sabe qué en el arcén de una carretera, con la única posesión de un pan procedente de la ayuda internacional, y la imagen de María huyendo a Egipto con Jesús en
brazos y el burro de fondo.

La influencia de su obra ha llegado a nivel internacional, formando parte de exposiciones por todo el mundo, una herramienta a través de la cual Sliman tiene fe en que pueda servir para traer la convivencia.

Estoy seguro de que al final habrá un Estado en el que la gente viva con los mismos derechos. Creo que este es el principal objetivo de todo ser humano sensato, ya sea israelí o palestino. Sólo así podremos vivir en esta tierra

Como muestra en su obra “Cosechando naranjas

Ojalá algún día se cumplan sus palabras.

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