Gastronomía

Otra vez me que han dado calabaz-ines

17 agosto 2024

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Amigos y seguidores de la gaRceta de la ribera. Reunidos en derredor del post veraniego nos reunimos todos los hermanos y hermanas disfrutones  de las viandas, del bebercio y de las celebraciones en las que engullimos alpiste del bueno.

El verano sigue a tope. Unos días nos cocemos al vapor, otros días nos asamos, otros días tontos en los que el cierzo tiene a bien soplarnos en la frente, nos refrescamos ligeramente mientras los amantes de la cometa disfrutan de las corrientes del aire para que llenen las suyas y se deslicen y vuelen en la Loteta.

Si no habéis ido aun a ver como surcan las aguas encima de sus tablas tiradas por las increíbles cometas no se a que estáis esperando. En el spot de Boquiñeni o en las playas de Luceni siempre hay gente dando al kite, al windsurf o al paddle surf.

Parece que llegáis a Tarifa… pero no es así. Estas a tiro de piedra de tu casa.

Pero vamos al lio.

Yo que me creo todo un galán, un latin cheflover, un Julio iglesias entrado en carnes…. Recibo calabazas casi cada día del verano.

Pero no de las que reciben los jovenzanos cuando rondan a jovenzanas no. ¡No de esas!

Me refiero a las que nacen en los huertos, en los surcos repletos de matas de esta hortaliza. Unos días de color verde, otros de color blanco… una delicia.

Así que vamos a conocer un poco la historia de esta hortaliza, para que cuando vayamos a cocinar una tengáis el historial completo de este cilindro verde retorcido tan popular y tan sutilmente delicioso.

Al igual que toda la familia de las calabazas, vino después de la llegada de Cristóbal Colon y sus marineros del nuevo continente.

Hay registros de que había calabacines en dos puntos del continente americano. El primero y de donde llegaron los primeros frutos a España fue centroamerica. El otro punto fue más al norte, en lo que hoy se conoce como Rhode Island en estados unidos. Allí una nación de poblantes indígenas llamados los Narrangansett (los “cabeza pequeña”) los consumían crudos  y los nombraron como askutasquash. Palabra que derivo en squash que es como se llama a este tipo de calabaza.

Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando el curcubita pepo pepo giromontiina que es así como botánicamente se le llama al calabacín naciera como lo conocemos ahora gracias al cruce entre especies de la misma familia y crearan las variedades que ahora llenan nuestras cocinas y huertos.

En 1920, inmigrantes italianos llevaron estos cruces de nuevo al continente americano y fueron aceptados enseguida ya que eran mucho más finos, suaves y con mayor valor gastronómico.

Es una hortaliza muy valorada por la cocina europea, española, italiana y asiática. Se cocina de mil formas y es una fuente increíble de fibras que ayudan al organismo. Si lo haces a la plancha con muy poco aceite de oliva virgen extra, puedes comer 250 gramos y tan solo obtendrías 48 calorías. Pero la fibra, ácido fólico, potasio. Manganeso, y vitamina A y C suficiente para llenar los almacenes del organismo.

Ya sabemos que tenemos entre manos y de donde vino. Ahora nos ponemos a cocinarlo o que hermosos y hermosas.

Primero, en crudo. Cortamos láminas muy finas de calabacín con una mandolina. Sin pelar. La piel contiene muchas cosas importantes que desperdiciamos si la quitamos. Eso sí lávalo bien.

Una vez que tenemos todas las láminas de calabacín, mételas en una bolsa de plástico limpia y estéril para cocinar. Añade sal, pimienta negra recién molida, una cucharada de azúcar panela, unas cucharadas de vinagre de manzana, otras de aceite de oliva, unas nueces picadas y si quieres unos trozos de tomate seco o unos cherry. Cierra la bolsa con un nudo o envásala si tienes envasadora. Ábrela después de 1 hora y dispón las láminas encima de una fuente. Tendrás una rica ensalada de Carpaccio de calabacín y frutos secos.   

Prepara un sofrito de cebolla dulce de fuentes de Ebro, con aove, sal y pimienta blanca. Cuando la cebolla comience a pocharse añade unos calabacines a dados con la piel bien lavada. Deja que se cocinen lentamente a fuego suave. Cuando estén blandos los dados añade dos vasos de agua hirviendo y cuece 5 minutos. Elige tu queso favorito. Enmental, gouda, quesitos, crema de queso… tritura filtra y rectifica el sabor. Colócalo en cuencos con croutons y un picadillo de calabacín en crudo con dados finos de champiñón en crudo bien lavado para aportar un toque crujiente y fresco a la crema.

Puedes cortar una juliana de calabacín unida a un nabo blanco, unas zanahorias unos pimientos…. Todo fino cortado igual. Unas tiras de pechuga de pollo con aceite de sésamo, semillas, cilantro y chile picante. Saltea en un wok dejando las verduras crujientes crudas  y sirve en un bol con salsa de soja y cacahuetes molidos.

Recuerdo como mi yaya nieves hacia una tonelada de rodajas de calabacín rebozado y frito. Empanado también hacia, pero mi favorito era rebozado. Metía entre el pan, con jamón serrano y esa noche cenaba como en la embajada de los EEUU en París.

Coge carne de cerdo de Teruel, pícala o que te la pase por la capoladora el carnicero de tu pueblo. Fríela encima del sofrito que tengas a bien de preparar con tus especias favoritas. Corta el calabacín pequeño en dos barquitas largas. Vacíalas y ásalas a la sartén tapadas. También las puedes freír pasadas por harina en la freidora, o cocer al micro y después vaciarlas… usa tus trucos baby. Y rellénalas con el sofrito de la carne de cerdo con las especias.

Haz una bechamel, napa el calabacín, cubre con una capa de pan rallado generosa y gratina hasta que cruja y se hagan burbujitas tostadas. Sírvelas con un fondo de salsa de tomate de pera de Boquiñeni.

Elige un calabacín más grande, de esos que casi se pasan en el hortal y ya se ven algunas pepitas más gruesas. Corta rodajas, salpimentar y déjalas llorar encima de un trapo de cocina. Pasa por harina, huevo batido y panko al que hemos añadido un polvo de doritos picantes. Fríe cada rodaja crujiente. Entre medio mete una capa de queso brie, en otra capa de piperada caramelizada, otra capa de mermelada de moras…. Disfruta si quieres maño/maña.

Podríamos estar horas hablando de recetas en las que el calabacín es parte importante. Fritadas, pistos, rellenos, lasañas, pastas y risottos…. En fin. Eso ya si quieres ponte a cocinar y me mandáis algunos tuppers vale.

Espero que os quedéis con buen sabor de boca. Que como a mi os den muchas calabazas y que las aprovechéis con alguna de estas recetas.

Nos leemos y escuchamos en tan solo un puñado de días.

Escribió para vosotros…..

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