Niños de bar

El otro leí una entrevista a Karra Elejalde (siempre me ha gustado ese actor), lo que decía en ella me hizo pensar.
Hablaba de que de pequeño sus padres tenían un restaurante y que no podía salir a jugar porque tenía q ayudar, que eso le había marcado, hablaba de dolor q con el tiempo se había curado…
Mis recuerdos de niñez son muy parecidos aunque yo no hablaría de dolor sino de aprendizaje.

Hace un tiempo oí otra entrevista, esta vez a Candela Peña, era en la radio. Sus padres también tenían un bar. Ella pensaba q los niños de bar (q así nos llamo yo), somos especiales. Nos criamos con público y eso le ayudó a ser actriz -creo q por eso soy tan payasa.

Te conviertes en una observadora a muy corta edad, vas viendo a la gente desde la perspectiva q te da una barra. Por lo general estás más alto, eso mola mucho, y tienes una barrera entre el cliente y tú. Es cómo un muro protector, que nadie puede cruzar. Allí, desde esa altura, te sientes seguro, y te curtes.
El hecho de que cuanta más fiesta haya más tienes q currar te lo grabas a fuego y tiras con ello… eso jode claro q sí, pero aprendes muchas cosas desde ese otro lado: a escuchar, a observar, a imaginar la vida de los demás…
Candela decía q ella se preguntaba si esa gente estaba en el bar porque en sus casas no estaba a gusto.
Yo sin embargo no diría tanto, creo q están porque en el bar los tratas cómo si estuvieran en su propia casa.