Voyage, voyage

Os voy hablar de la música q ha acompañado mi vida.
A muy temprana edad tenía a los Beatles en el casette y tocado y cantado por mi hermano, algunas más de los Rolling, de Supertramp, un lujo de conciertos aunque hasta q se las aprendía había muchos parones.

Lo de compartir habitación con tu hermana une mucho y sobre todo si es de ella el radio cassette… ponía a la Jeanette. Me sé todas sus canciones hasta el punto de haber tenido mis momentos de gloria con el Soy Rebelde en algún karaoke.

En los ochenta me aprendí todos los temazos en inglés, pues tener en la puerta de tu abuela los autos de choque da empaque. La dueña de éstos, que aparcaba allí su caravana que a mí me parecía un platillo volante, le regalaba fichas a cambio de poder usar su baño. Aún hoy cuando suenan esas canciones en la radio me transportan a esos coches locos y a casa de mi abuela.

Luego vendrían la Bola de Cristal y sus trápalas, ¡Qué guay era!
Esa Alaska y ese Auserón, no se podía ser más moderno. Pues resulta q han hecho al cantante hijo predilecto de Zaragoza. ¡Ya era hora! ¡Qué discurso se ha clavao el tío! A ver si, cuando me hagan hija predilecta de… donde sea, me sale la mitad de majo.

Bueno, pues luego empecé a tener criterio propio, me gustaba la Madonna, Prince, hasta q llegó el Voyage Voyage… y otra vez vuelta y vuelta, pero esta vez en Casalangeles, los recreativos y tienda de chuches del Remolinos de la época.

Menos mal que a mi cuca, mi pequeña, le ha salido la vena setentera con lo que me ahorro el tener que escuchar a gangosos perreando.

Ahora son fiestas del Pilar, nos iremos a la ofrenda y luego a un concierto chulo!!!

Os cuento.

Liquen’s tribute to Jeanette