Relatos
Ni antes ni después
24 junio 2023
No estoy segura de que haya sido en el pasado. Puedo oír la melodía, el trío de jazz que sonaba mientras mis pies acompañaban la música. O quizás aún no ha sido compuesta y la he creado yo en mi cabeza. Serán o han sido, una guitarra, un piano y la percusión.
El viaje estaba planeado, como hace años, para el año siguiente.
Miro las fotos y no me recuerdan a mí. Será que aún estoy por vivirlas y aún las tengo que revelar. ¿Y estas postales? Ésta de India… cuando me la envié, el viaje estaba planeado, como hace años, para el año siguiente. Me han llegado antes de tiempo. Primero iba a ir con mis amigas, luego con ese novio que tuve de calcetines blancos, y antes lo planeé sola, pero me dio pereza lo temprano que salían los vuelos y lo volví a posponer.
Parece que fuera mañana, pasado o ayer, quién sabe. Con tantos recuerdos de mis vidas y las ajenas de las que me he nutrido, quién sabe lo que puede haber sucedido. Quién me dice que si vuelvo al pasado vuelva a ser yo, y si sigo al futuro pueda encontrarme dentro de mí. El presente me dice que todo cambia, y que ni mi recuerdo se acuerda de cómo ocurrió.
Ya he visto esa lluvia antes. Y me ha mojado sin preguntar. La lluvia llega sin avisar, se permite tocarte todo el cuerpo e instalarse donde quiere. Y a veces tarda en secarse, y otras te moja aunque no te toque, aunque no llueva.
Ya he olido esas flores muchas veces y siempre se ponen mustias. Pero siempre vuelven a nacer en el mismo lugar y son las mismas. Y están ahí, y las volveré a oler.
El niño que corre a mi alrededor, si no se pareciera tanto a mí… Y me llama mamá.
Cogeré esa bici y ya no le tendré miedo. Hace dos días me caeré y me haré daño justo al pasar por el puente. Y dentro de una semana, cuando me fui de excursión con mis primos con la merienda al río, ya ni me acordaba de la caída. Sólo queda la postilla en la rodilla, que no curará porque me haré tantas en ese mismo lugar que ya ni sabré muy bien por qué está ahí.
El niño que corre a mi alrededor, si no se pareciera tanto a mí… Y me llama mamá. Parece que ha nacido ya, cómo pasa el tiempo. Yo tendré su edad cuando empiece a ir al colegio, hace treinta años ya. Mi madre me dijo las mismas frases que yo le diría después, o fue al revés. Es muy posible que ella aún me lo esté diciendo a mí y yo a él se lo haya dicho ya. Las madres se mueven bien en los agujeros de gusano de la física más avanzada, y aparecen en el pasado y el futuro, abriendo portales en diferentes lugares y momentos, y ya no sabes qué hubo antes de ellas. Y después… después siguen ahí, en ellas no aplica la relación espacio tiempo ordinaria. Son energía, sí, y como tal no se crean ni se destruyen, solo se transforman… en lo que necesitas.
Me acuesto sin saber quién seré ni qué será mañana al despertar, quizás ni me acuerde de quién fui el otro día, o sí. Todo será igual y no será lo mismo. Todo fue igual y ahora es distinto.
No será lo que yo quiero, porque quizás ya ha sido, o no. Será, ni antes ni después.
Aliah Beik