Mi vecino Baltasar

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Este viaje comienza en un país lejano llamado Senegal. Al igual que el rey mago, nuestro Baltasar tiene que hacer muchos kilómetros por tierra mar y aire para llegar a nuestra ribera.

A sus 18 años emprende el viaje, pero a diferencia del rey mago lo hace solo. De su país natal pasa a Mauritania en coche, allí trabaja para continuar con su aventura.
De Mauritania cruza a Marruecos, tierra en la que permanecerá 3 años trabajando para reunir el dinero con el que realizar su sueño: saltar a Europa. Llegará a Tenerife en patera, tras un trayecto que durará dos días en el mar. Me cuenta que fue un periplo muy duro y muy costoso pero con él consiguió su objetivo.

En Tenerife una ONG lo traslada a Madrid en avión y allí se encuentra con un chico de su pueblo que le cuenta que su hermana (la del chico) está en Zaragoza y así es como arriba a tierras mañas.

En la capi se pone a trabajar vendiendo collares y gafas hasta que topa con un carnicero que lo pone en contacto con equipos de fútbol.

En el tiempo que vive en Zaragoza, nuestro Baltasar ficha por el equipo de fútbol Peñaflor y allí permanece varias temporadas jugando, se le da muy bien.
El caso es que nuestro Baltasar va acercándose a la ribera y os preguntaréis, ¿Cómo llegó hasta aquí?

Como comentaba, nuestro amigo tiene un ángel de la guarda, el carnicero, que le ofrece trabajar para Sergio, un chico que tiene el rebaño de ovejas en Cabañas. Su contrato inicial es de 15 días pero lo hace tan bien que continúa trabajando para él.

Es el pastor, trabajo que ejerce con su sonrisa por bandera y que parece que a los jóvenes de por aquí no atrae por mucho que gusten las chuletas por estos lares, jijiji.

Un periplo de miles de kilómetros y varios años que permitió a nuestro municipio contar por fin con un Baltasar de verdad, no tuvimos que pintar a ninguno. Aunque me cuenta que los niños no notaron la diferencia, llorando todos.

Sospecho que éste, su viaje, no acaba aquí.

Bienvenido a la ribera Sidy!!!!

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Nota del Editor:

Como coordinador de este medio me parece obligado hacer algún apunte sobre el éxodo al que se ven forzadas miles de personas. Entiendo como urgente y necesario revisar las leyes y políticas migratorias europeas, así como la criminalización de aquellos que arriesgan sus vidas en los mares, bien para tratar de encontrar oportunidades básicas si consiguen tener la fortuna de esquivar la muerte en el trayecto, bien para no dejar que los primeros mueran ahogados.

Nuestro precioso Mediterráneo es hoy un amasijo de cadáveres, un cementerio que debería impedir conciliar el sueño a una sociedad alienada como la nuestra cuyo sistema económico extractivista asentado, como su nombre indica, sobre la extracción de recursos ajenos y el rechazo de quienes siguen la pista de estos mismos, sus propios recursos.

Recomiendo al lector la visión de algunas películas para conocer un poquito el tema:

.Bamako (película completa bajo la imagen principal).

.Terraferma

.14 kilómetros