La libretita

Como soy escritor y columnista llevo una libretita, donde a veces escribo frases, o ideas, que luego desarrollaré. Es una Costumbre que copié a Luis Felipe Alegre, ilustre rapsoda.

A veces escribo cosas que luego no recuerdo bien la finalidad, o incluso que es lo que me llamó la atención.

JUGUETES ARREGLANDO JUGUETES.

el sengren ( ¿ qué será eso?)

AL FONDO VEO BUITRES.

Y así. lo siguiente son historias y títulos que tengo que desarrollar.

LA MENOR SÉPTIMA: el otro día cantaba una canción y salió un tono que no controlaba. Lo busqué pacientemente en los interneses y canté apasionadamente esa canción. Es algo que hago por las mañanas para desarrollar la oxitocina. Igual las canciones no desarrollan esa enzima y desarrollan otra, pero algo desarrollan. Bien, la nota era la menor séptima. Hasta ahí todo bien. Por lo que sea al rato di un repaso a la libretita y ¿quién estaba ahí, quién estaba ahí? una nota de tono de ukelele que decía con cierto aspaviento: LA MENOR SÉPTIMA. Si ustedes consideran que eso no es un argumento, si ustedes consideran que eso no es una de las grandes sincronicidades de mi sincrónica vida, miren a otro lado, y como si no pasara nada.

EL MERCADO: el otro día en Marrakeich hicimos un  tour de esos por la ciudad que te enseñan tres palacios cuatro minaretes y cinco alféizares. NO estábamos muy atentos mi grupo, quizás yo tampoco. Recordaba un free tour ( los llaman asi) por la lejana ciudad de Roma que me enamoró.  Con una arquitecta argentina que derramaba lisura. Bueno por lo que sea, el señor y los freetouranos no estábamos finos. En un momento determinado nos metió en un pequeño mercado que era una especie de museo de horrores en olores sangres y demás. POllos descuartizados gallinas sangrantes dos matas verdes, todo muy así. Les dije a mis acompañantes que era un castigo y cerré los ojos saliendo a cajas destempladas a beberme algo.

LAS LETRAS: últimamente juego mucho con las letras, las amo o las odio, las deletreo, las olvido, las opaco o las mermo. Me puedes ver diciendo con un vaso de vino en la mano, amo la letra E. O diciendo pausadamente TE QUIERO A LA ENE POTENCIA. Se que es un poco de lío y no se preocupen, pues no les voy a decir las letras que en este momento odio.

EL SEÑOR M: les juro que no se que quiere decir el señor M, y no es literatura ni una impostura. ¿ Quién será el señor EME y que me ha hecho para que aparezca en esta libretita?