El Bohío Caraqueño
La ceiba de San Luis
18 abril 2022
Solo sé escribir con los instintos, con la cabeza rota, violentando paredes, me ocupo de lo efímero, a veces afino la puntería y derribo 2000 años, admito pues, que uno de mis yoes se ufana de las mil travesuras y una noche, luego se me pasa, me envuelvo en sarcasmo y escupo una idea, que todos somos luces, me dedico a encontrar motivos en las funerarias, hospitales, manicomios, bares, hoteles, cárceles, orfanatos, callejones y túneles que conducen a los armarios del ser. Por eso, la historia del loco Jairo, con sus brazos largos de plastilina, acostumbraba abarcar por la cintura la Ceiba* de San Luis, porque es nuestra esa necesidad de ser abrazados. Tal vez, trataba de descifrar las arcanas conversaciones entre las deidades que habitan dentro los árboles, esas entidades mágicas que escuchan quejidos y ponen remedio a las heridas, a sabiendas de que vivimos en una puta sociedad de mal queridos. Creció siendo un saco de arena, recibiendo coñazos* pa´arriba y pa´bajo. De carajito* llegó a Caracas, desde un polvoriento pueblo del Oriente, algún foso amargo, habitado por cocoteros, trapos y lágrimas. Asentado en el barrio “La vuelta del Chevrolet” aprendió a callejear pa´arriba y pa´bajo como blumer* de meretriz. La mitad de su vida productiva, la pasó fungiendo de limpiabotas, boxeador y profesor de matemáticas, bregando contra el hambre y la estrechez, el resto, lo caminó en la ruta de la indigencia, presentando ofrenda a Dionisio.
A partir de allí, Jairo mutó en árbol torcido, con las raíces descalzas, callosas y negras de tanto andar, pero siempre regresaba a la Ceiba de San Luis, ella vestida de verde, y él buscando el color humano. A veces se le veía con una piedra en la mano, escribiendo ecuaciones en las paredes, números en el asfalto, hermosos lenguajes algebraicos, como tratando de descubrir algo, quizás, el desnudo de máscaras, como intentando explicar la esencia de una doctrina mística, que descifrara el lenguaje de Dios. Era el único personaje de carne y huesos, el resto, eran simples proyecciones humanas, imitadores de vidas. Confieso que hubo un episodio maravilloso a mis 8 años de edad, contemplar desde el Mercado de las Flores, aquel monje alemán de la orden benedictina de la abadía de San José del Ávila, ese personaje de más de dos metros de misterios con su túnica negra, y que todas las tardes a las 5 pm, se le veía pasear cabizbajo; en esa ocasión, se toparon en San Luis esos dos astros, el monje le musitaba sabrá Dios qué, mientras ambos posaban la mano izquierda sobre el árbol, lo curioso es que en mis vericuetos infantiles, aporté a esa imagen la música de Eleanor Rigby y nunca más hasta el sol de hoy, ese empate se ha deslindado de mi cabeza.
El loco Jairo siempre fue epicentro de la sorna popular, usado y abusado por esos muertos que siguen entre los vivos, porque cohabitamos este planeta con ángeles pero también con demonios antropomórficos, de esos que dan tres puñaladas sin miramientos, así en un diciembre, que no recuerdo el año, apareció en el diario “Últimas Noticias” la reseña de su tragedia, en vísperas de navidad y mientras dormía en un banco de la plaza España, unos herodes le introdujeron en la boca unos fuegos artificiales y ¡boom!, terminó en el hospital Vargas, en terapia intensiva, a los pocos días, Jairo se fue, transformado en humo, en las chispas de las luces de bengala. Tal vez se mudó a la Ceiba de San Luis, después de transitar por funerarias, hospitales, manicomios, bares, hoteles, cárceles, orfanatos, callejones y túneles, por fin llegó a su casa y se sembró en las raíces, confiemos, que fundido en un abrazo se encuentra con esas, las almas mágicas.
Ceiba: "...árbol grande, frecuentemente con raíces tabulares, el tronco generalmente tiene espinas, al menos cuando es joven". De carajito: de pequeñito en español de españa. Coñazos: golpes en español de españa. Blúmer: bragas en español de españa. Música: .Scarborough Fair Canticle, Simon & Garfunkel .Song Yumeji's theme Shigeru Umebayashi, In the mood for love BSO .Eleanor Rigby, The Beatles .Bach Cello Suite No.1 in G, Mischa Maisky featured