Pintura

Isidre Nonell

31 mayo 2021

En el tiempo que oníricamente llevo viviendo en Montparnasse he hecho cierta amistad con Pablo Gargallo, lo que me ha permitido moverme entre el circulo de sus amistades aquí en Paris, Toulouse-Lautrec, Modigliani, Juan Gris… y como no, el omnipresente Pablo Picasso.

Conversando con Pablo, Pablo el nuestro, le pregunto que si a él, artista, rodeado de auténticos genios del arte con tan distintas formas de abordar la pintura le ha llamado la atención particularmente la obra de alguno de sus colegas. Su respuesta me sorprende, me habla de un amigo con el que ya había coincidido en el café “Els Quatre Gats” de Barcelona, un artista que pese a estar rodeado de gente con gran éxito entre la burguesía catalana de principios del XX, como Ramón Casas, Rusiñol, está siendo injustamente denostado, me habla de Isidre Nonell.

Tengo la enorme suerte que en estos días, promovida por sus amigos, hay aquí una exposición suya y por supuesto no desaprovechamos la oportunidad.

 – Fíjate en esta obra, me dice Pablo, lleva de titulo “Miseria”, mira la rotundidez del trazo, potente, sobrio, seguro, parece que en vez de pinceladas las figuras estuviesen talladas con un escoplo sobre piedra.

Miseria

No hay concesiones a nada superfluo, ni siquiera nos distrae con un rostro concreto, solo caras llenas de sentimiento, de la angustia que produce la miseria.

 –¿Y este otro retrato?

Es “Amparo” otra de sus gitanas modelos. Apenas utiliza la paleta de color, pero la gama de amarillos es impactante con matices que pasan de los cálidos en las zonas de más luz a los fríos en las sombras, inclusive utiliza el mismo color para el fondo, sin ningún complejo. No hay cesiones a floritura o adorno alguno, es pintura pura, es puro sentimiento.

Isidre Nonell nació en Barcelona en 1872. Hijo de una familia acomodada, tenían una fabrica de pasta al lado del Liceo. De joven quedó impresionado por la cantidad de gente que en aquella época sufría cretinismo, enfermedad que se caracteriza por un déficit en el desarrollo físico y psíquico debido a la destrucción de la glándula tiroides durante la etapa fetal, como consecuencia de carencias alimentarias. Información extraída de Wikipedia evidentemente.

Comienza a pintar, como denuncia, a estos personajes así como a gitanas sumidas en ese mundo de miseria. Consigue realizar alguna exposición en Barcelona pero su pintura resulta demasiado ofensiva para la burguesía de la época. Solo cuando, aconsejado por Miguel Utrillo, dulcifica un poco sus personajes como en el retrato de “La Paloma” tiene algún éxito.

Nonell se siente tan defraudado por haber tenido que hacer concesiones en su pintura, le encorajina tanto este éxito que desde ese momento solo pinta bodegones, con los que triunfa. Pero solo conoce la gloria por un año, en 1911 con 39 años muere de tifus.

Con eso de que a todo artista hay que encasillarlo, a Nonell se le suele poner en el casillero de los expresionistas, otros le colocan en los post-impresionistas y otros en el fichero del final del modernismo como si todo eso sirviese para algo. A mí particularmente me recuerda a la España Negra de la que hablaremos en próximos artículos.

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