Ir de propio

Buenos días, buenas tardes, buena noches. Amigos y seguidores de la gaRceta de la ribera.

Hoy no voy a escribir un post al uso. Quiero rebuscar en los recuerdos de la gente, quiero que todos hagáis memoria y recordéis esos sitios a los que vais y  sabéis que es  donde queréis volver siempre. Donde sabéis que allí está esperando algo rico y que por más que vas sigues disfrutando y sorprendiéndote como el primer día.

Esos sitios que cuando hablas con amigos y les dices.

-Sabes, este fin de semana me voy a….

Y tu amigo te dice.

-Buf! No dejes de ir al mesoncico tralara y prueba esto o lo otro.

O cuando te cuentan que han ido de visita al pirineo y si o si han tenido que parar otra vez a comer esto, a beber lo otro.

Seguro que ya ha empezado vuestro cerebro a maquinar y recordar sitios, bares, tabernas, tiendas…

Yo tengo muchos recuerdos de muchos sitios.

Los más antiguos son como no con mi papa. Íbamos caminando por la calle delicias y a dos pasos pasábamos a casa Agustín.  Dos salmueras, unas papas, unas gambas…

Puede que haga mucho que no voy, pero aún recuerdo el sabor de esa salmuera acompañando mi caña de zumo.

Pues no hay día que pase por la zona y que no recuerde esos momentos. Y el azar, Con mis hijos, otra vez, al verano siguiente….

Maestro música de sabina o de los secretos…

Más bien quince veranos siguientes. Regrese de nuevo a ese templo de la tapa y la caña. Bebí caña, esta vez de cerveza y conté a mis hijos como mi tío juan con mi padre y el hermano de mi tío, que de casualidad se llama Agustín,  se comían las gambas a la plancha sin pelarlas para no perder tiempo y a ver quién podía cepillarse una más de la cuenta.

Este post esta bautizado como ir de propio… una expresión muy aragonesa. A veces cuando la escuchan los foranos se sorprenden de esta frase… ir de propio.

A veces vamos de propio a un bar a muchos kilómetros de casa. Solo porque necesitamos sentir el sabor de esa gamba rebozada del Ezquerra de Jaca. Pero me llevé gran chasco. No volveré otra vez. Vas de propio al bar de tu antiguo barrio en el que te bebías una Coca-Cola y te comías una cesta de cacahuetes salados, o como dice mi amigo Gabete. Jamón de mono.

Alguna vez hablando con Guillermo el alma de esta revista digital, comentaba que no hay ni una sola vez que pase por Ayerbe que no se desvíe, o modifique sus planes y rutas para poder parar en un obrador de pastelería y repostería que regenta una familia árabe. De hecho, tuve el placer de comer unos hojaldritos dobladillos muy ricos que me trajo en una de sus visitas. Que no son tan numerosas como a ambos nos gustaría pero nuestras ajetreadas vidas nos impiden que podamos vernos más.

Algo parecido me pasa a mí cuando voy al pirineo y paramos en Lanave a comprar unas magdalenas gordas muy parecidas a las mantecadas cántabras.

Y hablando de tierras cántabras.  Aunque tengo pendiente la visita a la campa de mi amigo Sergio, cuando cruzas tierras cántabras es muy difícil no visitar Santoña y disfrutar de unas anchoas.

A veces voy de propio a un bar y me cruzo la ciudad entera. Tengo amigos que van de propio a por unos bocatas de calamares a Zaragoza desde Luceni al Calamar Bravo.

Y se cuenta el rumor de que algunos fueron a Santander después de una noche de fiesta para almorzar sardinas y que tuvieron que comer sardinas en escabeche de lata en una gasolinera.

Desde el Puerto de Santa María hasta Tarifa hemos ido de propio la familia Comín- Carrillo para disfrutar de una cena especial en un restaurante en el que solo sirven carne de cerdo ibérico. Restaurante Juan Luis se llama. El propietario te recibe en la puerta del restaurante tras quedar en una hora todos los asistentes a la cena. Te reciben diciéndote, no sois clientes, sois mis invitados. Entras por la cocina, ves a los chefs trabajando y te sientas en mesas largas todos juntos como si de una reunión de amigos se tratase.

Yo me senté al lado del torero Padilla y del actor de teatro español El Brujo. Toda una experiencia por la que haría el viaje de propio de nuevo desde Zaragoza si es preciso.

Voy de propio con mi familia a las calas secretas de Tarragona donde, al lado, en el puerto me como una mariscada deliciosa. Unas veces de propio por la mariscada y otras por las calas, pero una cosa lleva a la otra.

Voy de propio a veces con la moto hasta Vozmediano. A disfrutar de un almuerzo increíble de huevos con torreznos sorianos que quitan el hipo y el frio. Y a veces voy de propio hasta Ejea de los Caballeros, al pediatra, pero ya que estamos…. nos vamos a tomarnos una cañeja al bar Brasil. Y no es que destaque por nada. Es ahí donde el día que me examine del práctico del carnet de conducir, me tocó esperar a que mis compañeros se examinaran antes que yo.

De nervios esa noche no dormí bien, no desayuné y las tripas empezaron a darme guerra. Entré al bar y allí en la barra había rezumando vapores de estar recién sacada de la sartén una tortilla enorme de ajetes tiernos, medio crudos como a mí me gustan en la tortilla.

Jefe un bocata de esta tortilla, un vaso de vino con gaseosa y unas olivas.

Engullí todo en cuatro bocados. El temple me volvió al cuerpo. Pero los nervios ahí estaban.

Me pedí un carajillo. Que entró al estómago de una vez. Pagué en pesetas todavía y nada más salir vi como llegaba hasta donde estaba el coche de la autoescuela con el examinador y mi compañera que acababa el recorrido.

Vinieron de propio a buscarme en el mejor momento. Subí, arranqué y aprobé a la primera. Como no voy a ir de propio a ver si tienen de nuevo tortillas de ajetes…

Curiosamente nunca mais volví a comer de ese manjar allí…

Decirme que no soy solo yo el que aprovecha los viajes para regresar a sus templos favoritos.

Yo me he desviado muchos kilómetros de mi viaje para ver a mis amigos. A veces eso también alimenta.

Las últimas veces  vez que hice eso, me desvíe de Bilbao a Vitoria para ver a mi amigo Alberto en su restaurante El Mexicano y Mucho Más.

Me Salí de la autovía para entrar a recorrer las calles de Odón, el pueblo de mi familia para pisotear las calles por las que corrieron mis abuelos, bisabuelos y mi padre.

Espero tener muchas otras oportunidades de ir de propio a veros a algún sitio y que me agasajéis con viandas.

Ahh el sábado pasado fui de propio a Cabañas de Ebro, a colaborar en el fin de semana solidario por nuestra amiga Vera y ASPANOA y de paso cañazo, vi la actuación estelar de la Rubia de la Ribera.

Tenéis una cita el día 15 en Boquiñeni en otro acto parecido en beneficio de Atades,  donde cocinare 200 raciones de risotto de setas y queso, tocare el sábado hasta que salgan ampollas en los dedos de las cuerdas de mi bajo y conduciré mi Harley para el almuerzo solidario del domingo.

Así que moved el culo ribereño. Id de propio y colaborad con la causa.