Gastronomía
Gastronomía a nivel del mar
11 agosto 2023
Buenos días, buenas tardes, buenas noches, amigos y seguidores de la gaRceta de la ribera. Me encuentro retransmitiendo para ustedes desde lo más recóndito de la jungla de la Costa Daurada, ni más ni menos que desde mi sucursal en Salou.
No solo de pan vive el hombre, al pan hay que meterle más ingredientes y a la vida también.
Ay Salou…. Tan querido por algunos, tan odiado por otros.
A mi no me gusta… a mí me encanta……
Hay quien dice, no voy a Salou porque allí me encuentro con todos.
Pues vaya plan, si yo me encuentro con alguien que me agrada le digo… vamos al chiringo y ¿echamos una cervecita??
Si me encuentro con alguien que ni fú ni fa… pues como si lo encuentro en el pueblo. Hasta luego Lucas.
Es que hay mucha gente en la playa, hay que luchar por un hueco de playa…. Vete a las calas de alrededor melón, tienes playas cristalinas desiertas donde sacar tu sardinilla a pasear y dejar que coja color.
Todo lleno de guiris y extranjeros… pues vaya que discurso, parece recién sacado de las cavernas…
Que tiene cosícas malas, desde luego, pero que tiene muchísimas buenas también. Voy a hacer una crónica divertigastronómica sobre cómo me lo gozo en Salou.
Arranca la mañana, digamos que, de cualquier día,
En vacaciones da igual lunes que domingo. Me calzo las sandalias y una camiseta, salgo a las zonas comunes del apartamento de mi familia política, me desperezo con las llaves en la mano mientras avanzo hacia la panadería, podría coger del minimarket del paki, podría del súper de al lado, pero ando una miaja más hasta la panadería de los abueletes del carrer del Nord.
Si hay algo interesante de morro como un hojaldrito, una torta o unos dulces casolanos pues escolti nen unos que compro para el desayuno.
Vuelvo para casa. Los habitantes de la familia están ya despiertos en la mesa de la terraza bajo la sombra divina del toldo.
Cafés, zumos, un chatico de vino tinto de Cariñena si quedó tortilla de patata de anoche con unas rodajas de tomate de Boquiñeni recién cortadas… que me vaya fuera no quiere decir que renuncie a los pequeños placeres de mi tierra.
El carro de las hamacas cuelga como los carros de los indigentes estadounidenses de las pelis.
4 sillas, sombrillas, toallas, juguetes varios, neverica repleta, red para coger cangrejos…
Sale la expedición camino de la playa. Tan solo tengo que cruzar la calle, pero necesitaría varios equipos de serpas.
Llegamos a la arena, clavo la sombrilla, monto el espacio en segunda fila claro… la primera la tienen cogida desde las 6 de la mañana el ejército del Imserso o como se escriba. Me aventuro a cruzar la muralla de sillas con abuelas curtidas al sol como el cuero de la funda de mi cuchillo que me hizo mi amiga Helena de Cuericos.
Remojo, saltos en las olas… nunca se ha hablado de la angustia de meter la cola y las tetas en el agua verdad. Alguno de mis compañeros debería hacer un estudio sobre esa sensación tan fresca. Lánzate Rubia…
Cristina ha preparado un tupper con sandia del huerto de Faustino, melón de Luceni y algún melocotón tempranero que hemos cogido en nuestra reciente visita al pueblo de Calanda.
Os dejo un link para que veáis como tocamos mis compis y yo cuando nos juntamos instrumentos en mano.
Aún no hemos terminado la fruta que ya estamos en el agua otra vez. A salticos mientras te churrascas los pies como churrasco en brasa de leña ya estamos adentrándonos en el chiringuito.
– Jefa, unas sardinas, unos calamares y una sangría.
Deliciosas las sardinas de Tarragona, podría recomendaros un par de sitios en Salou, pero vais y los descubrís. Los mejillones de Terramar son un vicio, vino blanco dulce catalán, pimienta, limón… vamos una delicia. Asadas a la brasa con ajoaceite y un limón exprimido.
Ahora dejo en el aire una duda… los sardineros profesionales dicen que nada de limpiar tripas a las sardinas que pierden el sabor… yo a veces las limpio y a veces no… y no sé qué deciros.
¿Me escribís para darme vuestra opinión? eduardojcomin@gmail.com
Para comer, paella de mariscos. Pero no de esas de franquicia con caldo de tetrabrick. Me gustan dos sobre todas. La number one la de El Dorado de La Pineda.
Ni el mejor de mis fumets llega a la mitad de bueno del peor de los suyos. Nada de colorante ni azafrán, no hace falta, sabor, sabor y sabor de verdad es lo que encuentras en esos arroces marineros. Déjate de tonterías.
La otra es la del restaurante La Gaviota. Esta tremenda y a no ser que seas Obélix, no creo que te la termines sin reventar.
Chupa las cabezas, limpia los dedos con toallitas perfumadas y ve pidiendo dos Limonchelos caseros.
Dando cabezazos llegamos a la siesta.
He recibido una llamada interesante.
-Edu, ¿reservo en una brasería para esta noche?
Diego, Noe y familia están muy cerca.
-Reserva diego, hay que investigar esas chichas a la brasa.
Madremiadelamorhermoso. Que homenaje. Mañana a correr a la playa.
En realidad no he corrido nada. La chicha estuvo de cine, los postres también, los pelotazos en el chiringuito mientras los niños hacían cosas de niños también.
Casi se me ha olvidado de cómo se regresa a casa. Creo que por Montblanc.
Hoy toca moverse antes…
Una pequeña embarcación nos espera para conocer el mar de otra manera. Nevera cargada de nuevo, gorras, almuerzo y mi familia sonriendo.
¿Qué más se puede pedir?
Claro que se puede pedir más…
Jefa, ¡¡una de navajas y un jurel fresco escabechado para la mesa de Pumas que esta alado del cartel de los helados!!
(Pumas es como nos llaman los habitantes de Salou a los maños. Pu de Putos, Ma de maños).
Pero yo vivo feliz rodeado de indepes, frasuas, alemanitas, guiris y de todos los rincones de la bola de barro.
Que se mueran los feos. Eso sí.
Eduardo Comín aka Eduardo fuckerchef para la garceta de la ribera.