Gastronomía
El pequeño infierno en miniatura, cocinando en una air fryer
16 marzo 2024
Buenos días, buenas tardes, buenas noches, amigos y seguidores de la GaRceta de la ribera. Tecleando y grabando en mi estudio desde Luceni city.
Hace más de nueve semanas y media, todo cambio en mi vida cuando de repente y sin esperarlo a mí casa llego un nuevo habitante. De color negro, ébano, wengué quizás como aquella modelo de los primeros dos miles. En realidad no somos racistas y algo de color en nuestro entorno no pintaba mal. La verdad es que no emitía sonidos ni se hizo sentir los primeros días, se apostó en un rincón de la cocina, tímida, sí he dicho tímida, es que no era el negro, era la negra. Un poco culona y redondeada por allá donde la mirases.
Nunca había imaginado que fuera Cristina la que sin preguntar metiera en nuestra relación a otra. Nada más que la tocabas, su temperatura comenzaba a subir hasta ponerse caliente como un pedacito de infierno en miniatura. Las primeras veces me sentí como un adolescente, no sabía qué hacer ante esta novedad… ¿Estaría yo a la altura? ¿Podría hacer algo con ella que innovara lo que hasta ahora hacíamos? Sus sonidos naturales llamaban la atención, quizás en los momentos más calientes es demasiado escandalosa.
Pero enseguida nos hicimos a ella, y ella a nosotros.
No dice que no a nada, y parece mentira que sin forzar quepa tanto y sea tan satisfactorio su buen hacer.
Conforme pasaban los días decidimos comprar algún accesorio. Lo extraordinario se vuelve ordinario pronto en estas situaciones y unos juguetes no están mal para aprender cosas nuevas.
Silicona, seda, plásticos… todo vale mientras se use bien.
Sé que lo que estoy contando no a todos les va a gustar. Que algunos son muy conservadores y no están abiertos como yo. Pero hay que reconocer que ahora ni mi flaca ni yo sabemos vivir sin ella….
Hablo señoras y señores…
De nuestra air Fryer.
¡!Tachán!!
A petición popular vamos a hacer un post dedicado a este pequeño y nuevo accesorio que ocupa lugar en las encimeras de nuestras cocinas. Y después saca tú tus propias conclusiones, valora tú si merece la pena. Yo creo que sí.
Los que me conocéis ya sabéis que soy un poco teatrero y farandulero. Tenía que hacer una gracieta con mi nueva habitante de mi casa y ahí quedan los primeros párrafos.
Pongámonos en canción.
Primero de todo.
¿Qué es esa máquina del demonio de la que todo el mundo habla??
En realidad no la llamamos bien, le decimos freidora de aire, pero en realidad no es una freidora de aire, eso no existe.
Es un mini horno de convección de aire a altas temperaturas que cocina y dora la parte exterior de un alimento rápidamente gracias a la turbina o ventilador que hace que mueva el aire a más de 200 grados en un habitáculo diminuto. Tan apenas hace falta grasa ya que la poca grasa que añadimos con un spray difusor o la propia grasa natural de algunos alimentos se quedan en suspensión en el habitáculo durante la cocción.
Hace muchos años que llegaron a la cocina profesional estos tipos de hornos y fueron una revolución. Podíamos asar piezas gruesas en hornos sin la agresividad de una resistencia al rojo vivo, sin la fuerza de la llama de gas de los hornos directos a la superficie de los alimentos. Y poco después llego lo que le falta de momento a las air fryer. La inyección de vapor de agua en el habitáculo que hace que podamos asar rápidamente unos alimentos sin que queden secos como el ojo de un tuerto. Pero esos será el próximo avance de estos electrodomésticos caseros.
De momento hemos aprendido que, las alitas de pollo salen muy bien en la air fryer. Se doran rápido, no manchamos, no llenamos de humo todo y servimos de la cesta al plato de una manera muy cómoda.
Pero hay cosas que no por mucho que nos quieran vender. Las patatas salen horribles. Las puedes vestir como quieras pero eso fritas no son. Luchamos contra unos de los términos culinarios sacros en el mundo mundial de la gastronomía.
El primero es el de la fritura. De ahí el termino anglosajón fryer. Osea, freír.
Cocinar en grasa caliente un alimento.
Distintas técnicas de fritura. Pochado y salteado. Las dos con cantidades reducidas de grasa en comparación de las posteriores que ya veréis enseguida.
Pochar, cocinar en grasa un alimento durante tiempo prolongado a baja temperatura hasta su total ablandamiento.
Saltear cocinar a alta temperatura con una cantidad mucho más reducida que el pochado durante menos tiempo obteniendo un alimento dorado por fuera y relativamente crudo por dentro.
¿Dentro de la air fryer podemos pochar? Pues sí, si en el recipiente colocamos patata a lascas cortada con cebolla sumergidas en una buena cantidad de aceite y la cocinamos a temperaturas entre los 140 y 150 grados, conseguiremos sin apenas tocarlas durante la cocción una patata reblandecida osea pochada ideal para una tortilla de patata, pero esta vez dórala en la sartén con huevos y sal a la vieja usanza. En el mini infierno éste no salen bien por mucho que nos vendan moldes de silicona y papeles especiales. De ahí mi comentario sobre de los accesorios y juguetes…
Podemos saltear… pues la verdad que no, podemos recalentar o regenerar salteados de sartén previos. Pero en el habitáculo es difícil saltear tal y como hacemos fuera en una sartén.
Ahora las técnicas de fritura por inmersión.
¿¿¿Podemos freír??? Se conoce freír como el acto de cocinar un alimento en grasa directamente sobre o bajo una fuente de calor directa. Freír tiras de pechuga podemos. Y además sin manchar las baldosas, sin salpicarnos la ropa y con un buen resultado para mezclar esas tiras de pollo en un burrito con guacamole y maíz dulce.
Pero hasta ahí. Lo que hacemos a las croquetas es asarlas al horno, salen mal, no se doran por todos los lados igual. Podemos freír patatas… pues no, no se sumergen en grasa, no quedan bien y punto pelota.
¿¿Podemos freír a la andaluza?? Pues claro que no, no conseguimos el dorado crujiente ni de coña.. Podemos sellar los alimentos pasados por harina y hacer que se produzca una capa de harina asada ideal para bañar ese aliento con una velouté y terminar de cocinarlo pero no es una fritura.
¿Y una merluza a la romana?? Pues claro que no. La capa de huevo batido del rebozado necesita sumergirse en grasa o la romana se convierte en cagada Fidel.
Pero parece que estoy en contra verdad. Pues nada más lejos de la realidad. Estoy súper a favor. Lo único que no me gusta es el nombre. Debería llamarse el pequeño infierno de Dante aplicado a las prácticas culinarias básicas domésticas.
Pero este nombre es poco comercial.
Pero qué vamos a saber nosotros de nombres comerciales y si llamamos don limpio al súper proper y danone al yogurt dan one…
Prometo más recetas y curiosidades con el mini horno de convección de aire de uso doméstico. Que me he quedado corto en este post. Y ya veréis como igual que hice yo, vais a coger cariño a esa negra culona que os han regalado o habéis comprado en un arrebato de modernidad. Nos leemos y escuchamos en tan solo un puñado de días.