¿Y de lo mío qué?
A propósito de la España vaciada
3 febrero 2021
A lo largo de la historia, muchas han sido las circunstancias que han provocado el trasvase de población de la ciudad al campo o viceversa.
Durante la dominación romana, hay dos periodos perfectamente diferenciados de crecimiento urbano -alto imperio- y deterioro y huida -bajo imperio- ambos provocados por el auge y deterioro económico de la vida urbana.
Ya en la edad media, con el auge de los burgos consiguientes al aumento del comercio y de la producción agrícola vuelve la población al medio urbano hasta llegar a nuestros días en los que se acrecienta esta tendencia digamos que de manera exacerbada.
Dos factores no obstante son el hilo conductor de estos movimientos migratorios, la economía y las comunicaciones, ambos introducidos por la cultura romana. La ingente labor realizada por éstos no es por casualidad, pues a través de las vías romanas circulaban las tropas con las que se aseguraban la dominación del territorio y las mercancías que aseguraban la estabilidad social. No es casualidad que la estructura vial romana haya perdurado prácticamente hasta nuestros días.
Pero las vías sirvieron para articular el campo de operaciones no solo militares sino también sociales. En efecto, la creación de colonias, civitas y otros asentamientos va ligada íntimamente a planes expansivos perfectamente diseñados. Por poner un ejemplo, desde el primer asentamiento en el norte peninsular, Tarraco, la expansión hacia el interior necesitó de un enlace en el interior Caesaraugusta y de éste hacia Vareia, Pompaelo etc. Con entidades de población de menor nivel entre medio que servían de enlace para comunicarse con la meseta o la montaña a través de los valles secundarios, todo ello dentro del valle del Ebro. Si observamos, esa estructura perdura hasta la actualidad.
Pero no es de esto de lo que quiero hablar, sino del grave problema de la desvertebración del territorio que, lenta pero paulatinamente está afectando a gran parte de la geografía peninsular. En el caso de Aragón, este hecho es más profundo aún si cabe. El gran dilema Zaragoza contra Aragón que todo geógrafo, sociólogo, historiador, economista etc. niega con furibunda ira tiene en estos días su máxima expresión. Vamos, si nadie lo remedia, hacia una sociedad metropolitana con una periferia reducida a la mínima expresión. Si bien es cierto que el medio rural ha soportado otros periodos de adelgazamiento, nada similar a la actualidad. Hoy, más de los dos tercios de los núcleos urbanos rurales en Aragón están en vías de desaparición o lo han hecho ya. ¿Aragón sin Aragón? ¿Es posible? O de una vez por todas empezamos a hablar de “Zaragón”.
Centrándonos en las comarcas zaragozanas aguas arriba de la metrópoli que, por otra parte, son las más pujantes de la provincia, a partir de la crisis económica del 2008, han sufrido otra crisis no menos importante que es la demográfica. Ni una de ellas ha vuelto a los valores del año 2009. La comparación con el núcleo urbano de Zaragoza es vergonzante. Pongo como ejemplo estas comarcas que son las que más de cerca nos afectan pero lo mismo se podría decir del resto.
Poniendo como base 100 la población de cada una de ellas en el año 2009, al igual que Zaragoza ciudad, Zaragoza provincia y Aragón, vemos como a día de hoy ni siquiera el centrífugo “efecto COVID” ha hecho revertir la situación a niveles de este año. Por el contrario, Zaragoza ciudad ha aumentado su población, compensando la estabilidad demográfica del resto de la provincia. Es de destacar que la población total de Aragón no llega a los niveles de 2009. También es a destacar el dramático descenso de comarcas como CAMPO DE BORJA y CINCO VILLAS, que han perdido un 12,27% y un 8,68% de su población respectivamente sin minimizar el descenso del resto de comarcas.
Siento contradecir a tantos sociólogos y geógrafos, pero la realidad es muy terca. EL REY ESTÁ DESNUDO, Zaragoza se come a sus comarcas cual Cronos inexorable. ¿Inexorable?
¿Es irreversible la situación? Pensamos que no, que existen mecanismos para darle la vuelta a este gran problema. Pero si grande es el problema, grandes deben ser las soluciones. Y no solo grandes sino coordinadas en el tiempo. No basta con la buena voluntad de servidores públicos del ámbito local. El problema rebasa siempre a sus competencias y muchas veces las soluciones pasan a formar parte de las “ocurrencias” sin buen fin.
Debemos mirarnos en la historia y aceptar todo tipo de medidas exitosas que se han puesto en marcha. Sin embargo, hay hoy en día una diferencia sustancial con otros periodos históricos en los que se ha hecho necesaria una política de repoblación y es la capacidad legal y económica de los organismos públicos para hacerlo. En efecto, en otros periodos históricos, el emperador, o el rey “poseía” esos territorios y por tanto la capacidad legal de cederlos bien mediante una fundatio (en el caso romano) o presuras, repartos, creación de villas “francas” en las que se eximía de impuestos y un largo etcétera de posibilidades durante la edad media. Hoy en día, el poder de los organismos públicos es tan exiguo que no depende de ellos el futuro y vertebración de los territorios en los que tiene jurisdicción. O SÍ.
Desde aquí vamos a proponer algunas medidas cada una de las cuales insuficiente pero que aplicadas a la vez son la única manera de hacerlas útiles. Eso, en román paladino se llama PLAN INTEGRAL y sinergia en la acción. Es necesario si se quiere ser eficaz. Seguramente, nos dejaremos en el tintero muchas propuestas y animo a los lectores a aportar otras, siempre aplicadas al mismo tiempo, siempre sinérgicas con las demás.
Este plan basado en tres pilares básicos que afectan a todas las administraciones sería
1.- COMUNICACIONES
- REDES INFORMÁTICAS de alta velocidad. Este es un esfuerzo que ya se está realizando, pero sería de desear una mayor velocidad de implantación.
- RED DE CERCANÍAS FERROVIARIAS. Zaragoza es una de las grandes ciudades europeas, me atrevería a decir que la única, que no posee una red de comunicaciones ferroviarias de cercanías que comunique su área de influencia, es decir en un radio de alrededor de 50 km con la metrópoli. Este es un asunto que merece una mayor reflexión y quizás en otros artículos se aborde con mayor profundidad. Baste decir por ahora que proponemos un cinturón de destinos finales en los cinco radios ferroviarios y en lo referente al nuestro, corredor noroeste del Ebro, el fin de trayecto sería GALLUR. Geográficamente comunicado con el resto de comarcas de la zona e incluso con la vecina Tudela.
- RED DE CARRETERAS LOCALES. Sería apropiado completar el arreglo y asfaltado de algunos caminos locales que mejoren la comunicación del día a día.
2.- IMPLICACIÓN AUTONÓMICA
- DESCENTRALIZACIÓN administrativa. Como antes se decía, no es muy grande la capacidad de reacción a nivel autonómico, pero aun así, habría un cierto margen de maniobra. Cuando se instituyó el actual estado de las autonomías hubo algunas como Extremadura y Euskadi que optaron por la descentralización y dispersión de sus servicios y otras como Aragón que lo hicieron, por lo contrario, por una recentralización. ¡Ah qué diferente sería Aragón ahora si la capitalidad estuviera en Teruel! El tiempo ha dado la razón a Euskadi. Ahora luce una estrella de tres puntas en su mapa. Esta descentralización no es solo un acto administrativo o geográfico sino, me atrevería a decir, cuasi filosófico. Recuerdo, porque ya tengo algún año, cuando se estaba buscando ubicación a la recién llegada GM y cuando se decidió la actual ubicación, los comentarios en prensa y en la calle zaragozana eran del orden de ¡qué locura, qué lejos teniendo Malpica o Cogullada a un paso!
- Hoy sería impensable cambiar la capitalidad, sin embargo, es posible reimplantar los departamentos en esos cinco puntos de destino del cercanías o en otros puntos del trayecto, como en nuestro caso ALAGÓN. Y no me refiero a colocar almacenes de materiales, archivos o viveros sino a los Departamentos en sí mismos.
- PLANES DE DESARROLLO económicos centrados en la idea anterior. El desarrollo de una región no debe ser centrífugo respecto a la capitalidad sino en ANILLO. La ubicación anular del desarrollo permite seguir creciendo en dos direcciones, hacia afuera y hacia adentro.
- MAYOR AUTONOMÍA MUNICIPAL en lo económico (financiación) y en lo legal o legislativo. Nadie mejor que las corporaciones locales conocen los problemas del ámbito municipal sin embargo su capacidad de maniobra es ínfima por la insuficiente autonomía financiera o legal debida a la delgadez censal. Es un círculo vicioso de difícil solución si no se les da a las corporaciones mayor capacidad de maniobra.
- Existe en la España rural un impedimento sutil pero no menos importante para los proyectos municipales de desarrollo o simplemente de mantenimiento que son los bienes de dudosa propiedad bien en urbana o en rústica. En efecto, en el medio metropolitano, la propiedad está perfectamente delimitada, acotada y trasmitida a las siguientes generaciones por lo que existe un continuum en cuanto al mantenimiento, seguimiento fiscal etc. Esto no ocurre muchas veces en el medio rural. Cuanto más despoblada se encuentre la localidad, mayor es el número de inmuebles o terrenos agrícolas abandonados de facto por sus ¿propietarios? Propietarios si se les puede llamar así que están desligados de su lugar de origen ya que recibieron esta propiedad en tercera o cuarta herencia y nada les une a ella. No cumplen con sus obligaciones fiscales (IBI y otros impuestos) ni con sus obligaciones ciudadanas (suciedades, riesgo de ruina etc.) Sin embargo, un vacío legal impide cualquier acción municipal. Nadie ejecuta expropiaciones. Sería imprescindible una ley de ámbito estatal que IMPUSIERA a las corporaciones locales que son quienes están al día de las obligaciones fiscales de sus contribuyentes a abrir EXPEDIENTES DE DOMINIO por la vía de urgencia sobre inmuebles en situación irregular. Esto abriría una vía de captación de bienes y por lo tanto una mayor autonomía social a la hora de establecer planes de supervivencia o desarrollo local.
¿Difícil plan? Sí, sin duda, pero tan necesario como para convenir que la supervivencia del medio rural depende de medidas drásticas. Hoy en día más de la mitad de los núcleos urbanos de Aragón están condenados a desaparecer si no se actúa con urgencia por el simple hecho de que no existe en ellos capacidad física de auto-regeneración o, dicho de otra manera, mujeres en edad fértil. Podemos pensar que sobran núcleos rurales de población. Es posible, pero en el futuro ¿podremos hablar de Aragón sin Aragón?
Ninguno de esos tres pilares tiene futuro sin los otros y sin la coincidencia en el tiempo.
Por otra parte, sería un error buscar rentabilidad económica al plan. O al menos buscársela desde el punto de vista de la economía liberal. Se cometería el mismo error que ponerle precio al medio ambiente, a la amistad o, como se pretende ahora, al agua que fluye por los ríos. Confundir precio con valor para buscar rentabilidad a corto plazo, sea por motivos económicos o políticos solo conduce a la hipoteca de las generaciones venideras.
Entendemos que este asunto es denso, de tal manera que se podrán hacer diferentes artículos desarrollando cada uno de los temas aquí tratados y desde aquí se invita al personal a hacer aportaciones. Serán bien recibidas y en su caso debatidas.