Vivir para contarla

El otro día contemplé que a veces hago unos artículos bien cortos. Casi demás. Por lo que quizás alguno, tienda a alargarlos. 

Dicho esto y a ritmo de Jazz atardeceroso les voy a contar algunas buenas cosas. Igual el adjetivo atardeceroso no tiene mucho predicamento, pero se me acaba de ocurrir. Atardeceroso.

También querría contarles que esto se podría titular CARTA ABIERTA A LAS BIBLIOTECARIAS DE LA HAUTE RIVIERE. Pero el título lo pongo «a lo último».

No se si en una de estas les contaba que uno de mis objetivos inmediatos era ver la Biblioteca Gabriel García Márquez (Barcelona) Pues eso, que una tarde cálida de mayo allí que nos plantamos.

Tengo algunas reflexiones.

La Biblioteca GGM es «preciosidad de la calle Alfonso» Yo si pudiera me viviría ahí. Madre mía que maraviglia. Son 6 pisos de maderas, luz natural, flores y 40000 libros. Son especialistas en literatura latinoamericana.

Pero resulta que yo soy un tipo que tengo, por lo que sea, un plus de sincronicidad y estaba ahí con la boca abierta y pum me encuentro de bruces con Concha, la bibliotecaria de Remolinos. Y se me pone la carne de gallina. Te lo juro. Y sigo viendo a un montón de bibliotecarias, Pedrola, Luceni, Pradilla, Alagón, Cariñena… por Dior que subidón. Y me digo ¿ pero esto qué es? Y me respondo: aquí alguien está haciendo las cosas bien. 

Resulta que era un viaje de 38 bibliotecarias aragonesas a ver proyectos bibliotecarios.

Me hago un selfie con Inma, bibliotecaria de Alagón (para C.G) y me saludo con la bibliotecaria de Luceni, Yolanda, que me dice: anda¡¡ no nos vemos en las fiestas de Luceni y nos vemos aquí. Y se me ocurre contestarle, prefiero verte aquí, prefiero verte aquí. No es que a mi no me gusten las fiestas. Pero es que me gustan más cosas. Casi que me gusta todo. Pero se que a algunas personas NO ME LAS VOY A ENCONTRAR EN LA BIBLIOTECA, NUNCA. IMPOSIBLE. Y con eso no estoy diciendo nada. Pesaús. Que cada uno y cada una tiene que estar donde tiene que estar. 

Bibliotecarias. Gracias. Decidle al alcalde lo grande y lo hermosa que es la GGM. Que hay una radio (Radio Maconda) Una planta de comics. Salas de lectura individuales. Espacios polivalentes. Área infantil. Espacios sensoriales ( usuarios con discapacidad visual). Que no paran de hacer activitats. Que todo está lleno de luz. Decidle, al alcalde, digo: Que hay que gastar en libros y en cultura. Que está comprobado que la gente que lee y se prepara es más civilizada, más feliz, más entrañable. Más moderna, en suma.

Gracias bibliotecarias, por estar ahí, aguantando la mecha. Organizando. Recomendando. Formando parte de la utopía. Gracias por hacer de nuestros pueblos un lugar interesante, donde prima la palabra, la letra, el libro, la reflexión.