Pintura

Un color terrorífico

4 marzo 2025

Yo creo que todo el mundo ha visto alguna vez este cuadro, “La Libertad guiando al pueblo” del pintor francés Eugène Delacroix.

Cuando te colocas delante de este lienzo tienes la sensación que o te unes a los insurrectos o te arrollarán.

Pero hoy no nos vamos a fijar en su relato histórico, muy interesante por cierto, ni en su composición pictórica, aún más interesante, ni en porqué La Libertad lleva una teta al aire o en porqué uno de los caídos está sin pantalones, sino que hablaremos de los colores del cuadro, más concretamente en uno de los colores que Delacroix emplea.

Fijaos en cómo la muchedumbre del segundo plano está envuelta en una especie de atmosfera marronácea que disipa ligeramente las figuras, o en las sombras gris marronáceas del torso desnudo de Libertad.

El nombre de ese color seguro que os pondrá en alerta, “Marrón Momia”.

¿Se llamaba así por recordar al color de los cuerpos momificados?

Pues no, tiene ese nombre porque estaba hecho con polvo de momia, sí, de las de Egipto, mezclado con mirra, aceite linaza y esencia de trementina.

En Egipto se utilizaba el asfalto, entre otras sustancias, para momificar a los cuerpos.

Por otro lado en bereber asfalto, betún, se dice “mumya”, de ahí deriva el nombre de los cuerpos embalsamados.

Ese asfalto iba impregnando los tejidos tanto de la carne como de los huesos, dándoles un color marrón grisáceo muy característico.

Mientras que faraones y demás gente de bien eran enterrados en sarcófagos y suntuosas sepulturas, las personas de a pie, o animales sagrados como monos y gatos eran directamente enterrados en cuevas y oquedades en el desierto.

El caso es que empezando en el siglo XVII, estas momias más prosaicas y accesibles fueron exportadas masivamente a Europa, donde se hacían, literalmente, polvo, moliendo los cuerpos momificados en molinos especiales para ese uso. El polvo que se obtenía se empleaba tanto como pigmento como para usos medicinales.

Sinceramente espero que el champú de brea, con el que mi madre me lavaba la cabeza cuando era crío, fuese ya de brea asfáltica mineral, porque el de momia no desapareció totalmente hasta 1968.

Aquí podéis ver una foto de 1865 en la que aparece un comerciante de momias en plena calle, en Egipto.

En la siguiente imagen un par de tubos de óleo de finales del XIX con este macabro color.


Pero “La libertad guiando al pueblo” no es el único cuadro en el que sabemos que este pigmento fue usado, de hecho fue bastante popular por su transparencia y el efecto envolvente que produce. Lo podemos ver en obras del pintor prerrafaelista Edward Burne-Jones, dechado de bondades y delicadeza, que cuando se enteró del origen de este color, cogió el único tubo que le quedaba, le hizo un pequeño ataúd y le dio sepultura en su jardín.

Por cierto, Tolkien, autor de “El Señor de los anillos” tomó bastantes ideas de los cuadros de Edward Burne-Jones.

Pero las momias hicieron caer su maldición sobre las pinturas que llevaban sus restos.

El asfalto no es un pigmento propiamente, no hace una masa al mezclarse con el aceite, que es lo que permite pintar creando una capa de color, sino que tiñe el aceite y este tinte va, con el tiempo, extendiéndose a los colores cercanos.

El color penetra en las capas más profundas de la pintura, aún después de secas. Es lo que se llama “sangrado del color”.

Eso es común a otros colorantes, pero el asfalto tiene más consecuencias negativas según cuenta el prestigioso fabricante de pinturas Royal Talents: “Hace que la película de pintura se arrugue y se contraiga hasta no quedar casi nada de pintura. Además, evita que la pintura se seque correctamente, haciendo que la pintura se deforme fácilmente cuando se producen cambios de temperatura. En definitiva, un desastre para todo cuadro al óleo”.

Eso sí es una maldición en toda regla.

Si este color, marrón momia, resulta curioso, tendríais que conocer el origen del color “Rojo sangre de dragón” hecho a base de la sangre de este ser, mezclado con sangre de elefante, y no es coña, que así lo decía la propaganda de este pigmento, pero como siempre digo, eso es otra historia.

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