Aire hueco
¿Tú te duermes en el cine?
28 marzo 2024
Ir al cine es una experiencia en sí misma. La percibo como un momento especial que sirve para desmarcarse de ver la típica película de La 1 (o “la primera” como decía mi abuela) de pie en la cocina un domingo noche, como hace mi padre. Porque los padres salen de fábrica ya con este tipo de cosas, como no recordar los cumpleaños de sus hijos o disfrutar en los tanatorios.
Hace poco me decía Pablo que los sonidos en una sala de cine están muy altos, aunque yo no pienso lo mismo. Cuando voy quiero justamente eso, una pantallaca y sonidos a todo trapo a poder ser con una peli de acción. Con el tiempo me he vuelto sibarita y al ver un tráiler que me llama la atención digo entre mí: “boh, esto es para verlo en el cine”. Me ocurre justo lo contrario a cuando voy a un restaurante y veo que en el menú hay lentejas a la jardinera. Entonces digo: “bah, esto es solo para comerlo en casa”.
Es hasta emocionante para mí el trayecto a los cines, llegar, oler a palomitas, comprarte un combo que te cuesta lo mismo o más que ese menú del día con las lentejas a la jardinera y ya por fin entrar en la sala. Yo antes de todo esto necesito ir al baño porque me conozco y SOY UN MEÓN. Ese instante de llegar a tus butacas y que justo estén ocupadas por una parejica joven. Bien sartén… “Perdonad, es que esas son las mías”, dices educadamente cuando por dentro estás pensado: “rancar a cascala de aquí”. Ya sentadico y con todo preparado, se apagan las luces.
Tenemos que hablar de los anuncios y tráilers previos. Llegó un momento en el que usaba ese rato de más para saber casi de forma exacta cuándo iba a empezar la peli. Sabía que tenía esos 10/15 minutos como colchón por si hacía tarde. Otra es cuando el tráiler en cuestión trata sobre una de miedo. Anda, aquí sí que me joden bien. Pues es que además de meón… SOY UN CAGÓN.
Si me queréis… irse. Nah, eso es de Lola Flores. En mi caso, si me queréis no me llevéis al cine a ver una de terror. “No, que esta no es solo de sustos. Es más bien terror psicológico”. ¿Y eso se supone que me va a tranquilizar? Cuando esté a punto de dormir por la noche, pensando en mis cosas y se me cruce por la mente la cara de la monja esa que mata a gente, me va a dar igual que sea psicológico, Sor Citroen o el copón santo.
En cuanto a mi faceta de meón tengo desarrollado ya el arte de encontrar el mejor momento para ir al baño. He forjado con los años y las experiencias un sexto sentido para saber cuándo me puedo levantar y no perderme nada interesante. Estoy tan orgulloso de ese superpoder como del de hacer bombas de humo en las fiestas.
A parte del paluego en forma de cáscara de palomita que se te queda entre diente y encía durante varias horas, deciros que la primera peli que recuerdo ver en el cine es Hércules, la peor con diferencia es Movie 43 (ni se os ocurra verla), que mi padre se duerme en casi todas (seguramente porque no está de pie en la cocina) y que yo nunca me duermo por mala o aburrida que sea.
¿Y tú, te duermes en el cine?