Aire hueco

Solo ante el tabú

16 mayo 2024

El hecho de ir al cine está asentado en el ideario popular como una actividad social donde se siguen unas directrices marcadas. Quedas con tus amigos antes o después para tomar algo o cenar y se usa la película como elemento central del encuentro. Incluso si eres de pueblo lo organizas como una excursión porque ya que vas pues se hacen más cosas. Pero hace tiempo quise dejar esas convencionalidades a un lado y probar experiencias que podían encajar más conmigo. Y descubrí que sí, ir al cine solo es la hostia.

No digo que ir con amigos esté mal o no lo haga, pero ir sin nadie me parece otro nivel. Para personas introvertidas una actividad así donde puedes marcar tus pautas y tiempos produce un grado de satisfacción bastante alto. Aunque esto podría verse antes como extraño, aprendí pronto a verlo como algo que realmente me realizaba. Y es que no es el dicho de: mejor solo que mal acompañado. No. Es simplemente: mejor solo.

Tengo un recuerdo donde, en una escena, Belén de “Aquí no hay quien viva” decía que estaba harta de ir al cine sola y de pedir palomitas grandes diciendo al del mostrador que su novio (no había novio) estaba en el baño porque le daba vergüenza. Eso me hizo pensar y se me quedó grabado en la cabeza seguramente hasta la primera vez que me aventuré a ir sin nadie. Por cierto, aprovecho para decir que la serie de ANQHV es lo mejor del mundo entero, que estaba bastante por delante de la época en la que la echaban y que me he enseñó más cosas que algún que otro profesor. Me pasa lo mismo con Mortadelo y Filemón.

Pues ahí me aventuraba yo camino de los cines Palafox dando un agradable paseo y escuchando algún podcast más tranquilo que el copón. Era un momento de desconexión y rotura de la rutina que notaba que me hacía bien. Reconozco que las primeras veces pudo resultar raro, incluso pensaría si las personas allí me mirarían de otra manera al verme que iba solo. Pero qué más da eso, además, no eres tan importante como para que a la gente que no te conoce le importe.

No lo hacía, pero me daban ganas de decirle a la de la ventanilla que me diera una entrada para la peli donde menos gente pudiera haber. Porque esa es otra, si la sala está sola para ti ya es redondear la tarde. Horror vacui es una expresión latina que significa literalmente “miedo al vacío” y se utiliza sobre todo en el arte para describir el relleno de todo espacio vacío en una obra con algún tipo de diseño o imagen. Pues lo que yo buscaba era todo lo contrario. Con esta experiencia inmersiva es como mejor disfruto las películas. Que no cambia tanto a ir con alguien y tenerlo sentado callado al lado durante dos horas. Así que animo a todo el mundo a probarlo, aunque sea una vez y si no os gusta pues oye, ya sabrás que lo tuyo es el horror vacui.

s r

Deja una respuesta

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad