Orión, el cazador gigante

¡Buenas otra vez! aquí Celeste, la entusiasta del cosmos.

Llegó el frío, y se acerca el invierno … y con él, las constelaciones que lo acompañan en esas noches frescas pero espectaculares. Hoy hablaremos de una de las más reconocidas: Orión, el gigante.

Mirad hacia el este, hacia las 22h en noviembre (21h en diciembre, 20h en Enero…). O al sur a medianoche. Aunque sea desde la ciudad. Y veréis una forma característica, como la de la figura a la derecha y de aquí abajo. Es la constelación de Orión. Al estar en el ecuador celeste, se puede ver desde el mundo entero. En nuestras latitudes, desde noviembre a febrero.

Leyendas griegas cuentan que Orión era el gran cazador. Poderoso hasta que lo mató el escorpión que desde entonces se colocó en el lado opuesto del cielo. Cuando Orión se levanta, escorpio se acuesta. En otras culturas lo consideran el «padre primigenio»(mayas), el primer «flaquito» (navajos), etc. Esta constelación está repleta de maravillas. Fijad la mirada en la «espada» del cazador. Esas tres estrellas casi verticales bajo las tres estrellas del «cinturón». Pues bien, la estrella del medio de la espada NO es una estrella. Es una nebulosa. Una zona inmensa de gas y polvo donde se están creando multitud de estrellas, a unos 1000 años luz (o sea que la luz tarda 1000 años en llegar aquí). Si tenéis prismáticos alzad la vista allá (donde pone «M42» en la figura).

Y ahora a por una gigante de verdad: Esa estrella rojiza en el hombro izquierdo de Orión: Betelgeuse. Una súper gigante roja, de un radio 1000 veces más grande que nuestro sol. Si fuera un balón de fútbol, el sol sería más pequeño que este punto que vas a leer:   .  

Es tan grande que se ha podido fotografiar su forma y disco. Está a unos 700 años-luz y a punto de explotar como supernova. De hecho, a lo mejor (o peor) ya lo ha hecho hace cientos de años pero no ha llegado aún aquí la explosión. Tranquilas, que no nos va a afectar si llega. Durante los últimos años se ha ido encogiendo y teniendo comportamientos extraños… ¿estará a punto de explotar?

Y ahora veamos otra joya: la pierna o pie derecho: esa estrella blanca tan brillante: «Rigel» («el pie izquierdo del central«, en árabe). Brilla tanto como 50 000 soles. Y está muy caliente: 11 000 grados (ya sabéis que cuanto más blanca o azul, más caliente está la estrella, y cuanto más roja menos). Pesa como 20 soles y es bien viejecita y también explotará en el futuro como supernova. Pero no está sola: es un sistema triple. Y una de ellas se puede ver con un telescopio mediano. Es precioso…

Dibujo de Celeste Erika, lectura del texto Zoe Garecta