Alagón

Las hogueras de san Antón

21 enero 2024

El día 17 de enero se celebra la festividad de san Antonio Abad, san Antón. Es el patrono, especialmente, de los animales domésticos de pie redondo, pero también de los cesteros, de los tratantes de caballos, de los sepultureros y abogado contra las enfermedades de la piel.

San Antón fue un monje, fundador del movimiento eremítico. Nació en tierras de Egipto, y vivió, según nos cuentan sus biógrafos, muchos años, entre los siglos III y IV y pasó casi toda su vida en el desierto. Su devoción está muy extendida en todo Aragón y muchas localidades celebran, todavía hoy, su fiesta por todo lo alto, singularmente, con la preparación de numerosas hogueras en calles y plazas, con recogida de alimentos por parte de cofradías, rifas de algún tocino, representaciones teatrales o la bendición de diversos animales para que el venerable bienhechor les proteja.

Por lo que respecta a Alagón os puedo decir que nuestra tradición es el encendido de las hogueras en la víspera de su onomástica donde todos los grupos sociales son verdaderos protagonistas. Los más pequeños, hace años, iban casa por casa para recoger trastos viejos que se guardaban para este momento, y con ellos se encendía la hoguera en la que se asaban productos del cerdo como chorizos, longanizas, morcillas y también patatas que, con un poco de sal, están riquísimas. Los jóvenes, antiguamente, se tiznaban la cara de ceniza y se colocaban unos cencerros en la cintura, y con una vara grande en la mano, recorrían las hogueras y rivalizaban por ver quien la saltaba mejor. Porque ya se sabe que la hoguera tiene que ser «cantada, bebida y blincada».

Y se recitaba:

Esta noche las hogueras/y mañana san Antón/ el que no mate tocino/no comerá morcillón.

El fuego es un elemento purificador. Y es que, poco a poco, vamos dejando atrás el invierno y nos encaminamos hacia la primavera.Ya tenemos constancia en Alagón que, en el siglo XVI, existía un altar dedicado al santo y que en plena francesada, en el año 1813, entre las fiestas que se mandaban solemnizar, está la de este venerable anacoreta. Y aún añadimos que, tiempo más tarde, tenemos un testimonio bien fidedigno que nos informa de la particular devoción que los alagoneros le profesaban.

El día de su solemnidad, como decimos, que se conmemora el 17 de enero, igualmente había una bonita tradición en nuestra villa. Se llevaban a la plaza de san Pedro las caballerías, bien engalanadas: caballos, machos, yeguas, burros…, y también los perros para recibir la bendición del párroco de la iglesia de san Pedro. Aquel día no trabajaban y se les daba doble de comida.

Las mujeres llevaban aceite de sus casas y lo cambiaban por el aceite de la lámpara del santo y con él untaban a los animales que estaban enfermos con la esperanza de que sanasen.

Hoy, en día, el rito de las hogueras permanece, pero la tarea que me he impuesto, personalmente, es dar a conocer, en la medida de lo posible, el origen y el porqué de dicha fiesta, ya que es la herencia cultural de nuestros mayores y, por ende, nuestra propia identidad como pueblo.

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