La vispra

No estoy del todo seguro, pero las vísperas, creo, es uno de los rezos en los monasterios. Es interesante esta observación para situarnos en contexto.

La víspera vendría a ser lo que antecede al gran día.

En la ribera, decimos la vispra. Sin acentos y quitando vocales. Siempre ahorrando, como buenos campesinos.

Y todo esto para decir, que odio las vispras. Ideológicamente, filosóficamente y como concepto, las odio.

Hay otro término que también me subyuga, muy de la Ribera: el preparo.

Uiba que preparo¡¡¡

Si te das cuenta nos pasamos la vida pensando en el sábado, el sábado de las fiestas. En el día el santo. En el día de la primera comunión, el día de la boda, el día de la confirmación o el día de la graduación.

Preparamos, pensamos y soñamos.

Así es que el día lleva implícita la vispra.

¿ Pero que hago yo que a mi me dan igual los grandes días? Para mi cada día es hermoso, y una celebración. Entonces, si lo piensas, me quedo sin vispra. Así es que si no hay vispra, no hay odio.

Voy a rezar, después de la caída del sol. Son las vísperas de algo, siempre.