La posmodernidá mph

Te lo voy a contar oyendo a los Morphine, para que no creas que soy rematadamente de pueblo. Que tampoco pasaría nada. Pues eso.

Creo que he dicho en otros artículos que no distingo ningún pájaro de mis alrededores, no se de los árboles ( más allá de los chopos de la ribera) ni de los cultivos.

Pero que lleve cuarenta años yendo por los mismos parajes y no sepa nombrarlos, es que eso no es de agudos. No se lo que es la Mejana ni el Soto Bajo, o el Alto Lacruz.

Ya me vale.

Hay una tabla ( tabla se le llama a un campo) que se dice el Campo el Cura, que siempre me ha llamado la atención, por ser una propiedad eclesiástica y que tampoco debe ser una cosa del otro mundo.

Pero quiero reparar en una tabla de Alagón. Hay un sitio que se llama El Campo los Moscateles. Y en un juego vertiginoso y filosófico y literario lo suelen mencionar para cuando la has cagado. O sea, igual estás veinte años para enamorarte y te enamoras del más tonto o tonta de los alrededores. O el más soso. O la más pringada. Entonces los de Alagón, que saben mucho de filosofía, te dicen: Has ido a cair en el Campo los Moscateles.

A mi me pasa mucho, últimamente.