Poesía de turno
Flores muertas
Ana Baquedano
A estas alturas
habrás dejado de temerme.
De tener hijos
Habrás dejado secar la primavera
Yo sigo atado de los hilos
Vestido de mujer.
Destruido por dentro
Las partículas de polvo atraviesan el salón. De esas cosas me doy cuenta ahora
He aprendido a beber de día.
Imagino qué decirte si quisiera decirte algo. Quizá nada.
Podría ser que mi padre ha muerto. Que detesto esta ciudad y su frío en las yemas de mis dedos.
Hablamos por teléfono una vez. Te mentí. Pero eso tú ya lo sabes
Esa tarde te regalé unas amapolas
-Las flores dejan un hedor insoportable cuando se pudren- dijiste
Por la tarde volvimos de la mano
Al acostarnos quisiste hablar
-No entendí una palabra-
Nos dimos la vuelta y
supe que te habías dormido
Que te habías ido.
Que el dolor es insoportable
-Como el que dejan las flores muertas-