Posmodernidad
Es solo cine pero me gusta
28 febrero 2024
Tenían la maravillosa Orquesta Mondragón una canción de título largo y extraño: Es solo cine, pero me gusta. Luego fue Aute el que dijera: Que toda la vida es cine, y los sueños cine son.
Llevo unos días de vuelta al cine. Me ha tocado de todo. Digo me ha tocado pues a veces voy un poco a ojo. No sé lo que voy a ver. Soy más de leer luego. Después de que ha pasado la tempestad.
Mi compañero de correr por la arboleda, va al cine con su padre. Procura escoger películas asequibles para los dos. Es una buena estrategia.
El otro día traté de emular a los tiempos en los que había doble sesión. Dos películas de cine. Dispares.
Suelo ir solo al cine. Y así no me molesta nadie. Permanezco en silencio. Río o lloro. O me asusto. Lo que toque. Cuando voy con alguien trato de respetar al otro o a la otra. Tuve un amigo que decía que solo veía películas caras y con refrescos y palomitas. Dejó de ser amigo hace tiempo. Yo era un impostor para él.
A mi padre le gustaba el cine. A mi madre no.
Si me gusta una película la imito unos días. No me quito de la cabeza el ruido del horno de los crematorios de Auschwitz (y que se diga como quiera) – LA ZONA DE INTERÉS-, y hace unos días que me acuesto leyendo un libro con una lamparita pequeñita que me alumbra y al levantarme sigo la rutina del protagonista de PERFECT DAYS, me lavo los dientes, me afeito y riego las plantas con un pulverizador.
Anoche fui al cine. Iba a ver una película rara para mi. Emotiva. Pero quieres que te diga que tampoco sabía lo que me iba a encontrar. LA ESTRELLA AZUL. Llevaba tanta bulla y es tan profundamente aragonesa que había que verla. En esta ocasión no fui solo. Fui con la Mujer del Paraguas Naranja. Y les digo una cosa. Menos mal. Cuando se estaba poniendo la cosa de llorar unas manos grandes nervadas y largas me acogieron la mano diciendo » tranquilo todo bien»
Quiero acabar esto diciendo que La Estrella Azul es como el Somos de Labordeta. Quizás alguna vez desarrolle esta idea.