Pintura
El infierno musical
12 noviembre 2024
Me vais a permitir que hoy comente una pintura en primera persona, basado en un hecho de mi realidad virtual, y lo llamo así porque mi amigo Alberto siempre me dice que me invento mis historias.
Allí por el año 1969, sí, hace un montón de años, hice cierta amistad con un compañero de estudios de arquitectura con el que compartía afición y escarceos con la pintura.
Con él y otros más, realizábamos frecuentes visitas a un Museo del Prado no tan masificado como ahora.
Una de la salas preferidas era la XLIV donde se podía ver la obra de “El Bosco” y más en concreto el tríptico de “El Jardín de las Delicias”, allí Eduardo, Eduardo Paniagua, era donde se lucía descubriéndonos las mil historias que el genial y enigmático Jheronimus van Aken había pintado, que así se llamaba de verdad.
Se puede hablar horas sobre todo lo que el Bosco pintó, pero hoy me voy a ceñir a lo que Eduardo más le interesaba.
Fijaos en la tabla de vuestra derecha, que ya de entrada es más oscura que el resto, representa al infierno.
Esto no es nada novedoso, pero entrad de lleno en ella y empezad a fijaros en cada figura, como si estuvieseis mirando un libro de “¿Donde está Wally?”
De entrada llama la atención la cantidad de instrumentos musicales que aparecen y lo llamativo de los intérpretes que los hacen sonar.
El Bosco en muchos de sus cuadros representa a músicos y los relaciona con el pecado.
Utiliza los instrumentos y la música que sale de ellos como una forma de tortura para los pecadores.
En la parte central de la tabla de la que hablamos aparece por ejemplo un hombre tocando una trompeta (referencia directa a las trompetas apocalípticas) y junto a él, otro se tapa desesperadamente los oídos, no solo por el ruido, sino porque su pecado es no querer oír las trompetas del Juicio Final.
Junto a ellos aparece otro personaje sodomizado con una flauta, abundando así en la idea de música y todo tipo de vicios.
Este grupo de personajes está acompañado de un instrumento musical de gran tamaño. Es una zanfona que se acciona mediante una manivela y que en este caso la gira un vagabundo, relacionando así la pereza y la desidia con la música.
Otros dos personaje parecen ser presas de un arpa, símbolo de la lujuria, y de un laúd, paradigma de la música cortesana, ambos atrapados como castigo a malgastar su tiempo en la música profana. No olvidemos que el Bosco pertenecía a una hermandad religiosa de carácter moralizante y compartían las enseñanzas del clérigo flamenco Dionisio Cartujano que predicaba cosas como :
…cuando esa música artificiosa sirve para agradar al oído y servir de placer a los presentes, principalmente a las mujeres, entonces debe rechazarse sin duda alguna.
Ya se sabe, es muy malo que la mujer se dé al placer ¡Jesús que obsesión tienen algunos!
Mi amigo Eduardo nos maravillaba en su relato de cada uno de los personajes e instrumentos que en la pintura aparecen, pero es que aún guardaba un as en la manga.
Mirad ese personaje aplastado por el laúd y el arpa, dijo
Ese que tiene escrita una partitura en el culo, cuyas notas las están cantando esos otros tres
Fue entonces cuando nos contó su secreto, o al menos una faceta de él que desconocía.
Su hermano Gregorio hacia unos años que había formado un grupo de música antigua llamado “Atrium Musicae” grupo que aún en 2024 existe y en el que mi amigo Eduardo tocaba algún instrumento de viento, creo recordar y llevaban tiempo estudiando y transcribiendo las partituras que aparecen en los distintos cuadros del Bosco, de ahí el conocimiento que lucía ante nosotros
Unos años más tarde los hermanos Paniagua grabaron un disco, un LP. inspirado en las partituras que aparecen en los cuadros del Bosco. El disco se llamaba, y se llama, Codex Gluteo y según reza en portada no tiene una cara A y otra B, sino nalga uno y nalga dos.
Así suena esa partitura del Jardín de las Delicias en la tabla de Infierno musical.
Os pongo una foto de la época, coloreada, de los hermanos Paniagua y resto del grupo Atrium Musicae, que parecen también personajes del Bosco atrapados por sus instrumentos ¿Serían muy pecadosos?