El día que nací yo

Ha sido hace poquito el cumple de la Rubia, momento adecuado para que mamá me recuerde cómo se fabrica una rubia… de la ribera. Os lo chivo…

¡Ahí va!

Era un trentaiuno de mayo, cayó en sábado, y, ahora que lo pienso, ya me van cuadrando las cosas, de algún lado tenía que venir mi caracter ludicofestivo!

El parto I: la tournée.

Mamá se puso de parto y a papá se le había estropeado el coche, así que llamaron al tío Jesús.
Mi tío paterno, cabañero de pura cepa, que casi asiste al parto de sus propio hijos de camino al hospital, no daba crédito: tener que ir hasta Remolinos a dejar a mis hermanos con sus abuelos maternos, en lugar de volar hasta el hospital de la capi!!?

Llegaron de madrugada a la clínica San Antonio, centro hoy día ya desaparecido. Allí dejaron a mamá para ir en busqueda de la comadrona… ¿Cómo ha cambiado el cuento eh?
La señora llegó ya por la mañana y vio a mamá tan verde q se fue a la peluquería.

El parto II: la espera.

La comadrona era de las mías: bien guapa de pelos me quiso recibir. La cosa se fue alargando tanto que aún se fue a su casa un rato por la tarde.
Llegó el momento del parto y claro, la rubia que quiso hablar antes de nacer se empeñó en querer sacar la boca antes que la coronilla. Tanto estiraron (mamá cuenta que tuve el cuello arrugado unos cuantos días) en vano que tuvieron que llamar al ginecólogo.

El parto III: nacida para ser rubia.

Ya serían las 10 y pico de la noche cuando el Doctor Larios (no podía tener otro apellido) apareció por la sala de partos y ojo al dato, hizo su entrada nada menos que en chaqué. Lo sacaron del teatro donde estaba viendo una opera.
Estaba claro que la rubia no saldría por menos. Tenía que ser así la comadrona de peluquería y el doctor con chaqué!
¡¡¡No se puede nacer con más glamour!!!

La Rubia de la ribera:

Con esta aparición triunfal…

¿Cómo no voy a ser teatrera?, ¿Cómo no me voy a decantar por el mundo de la estética?
¿Cómo no voy a hacer esperar al coordinador intergaláctico hasta última hora para traeros este texto recién salido del horno?

¡Ahí ha quedao!