El brunch

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Amigos y seguidores de la gaRceta de la ribera.
Espero que no se hayan despertado mal, ni con resaca, ni dolores de cabeza… pero que se hayan despertado con hambre.

Es cierto eso que dicen…. Por mucho que cenes…. Siempre te despertaras en ayunas.
Y diréis, a que viene ahora este interés por nuestro estado matutino…
Pues por una cosica de esas que os escribo y que quería contaros… quería hablar de esa nueva tendencia que existe los fines de semana de comer abundante sobre las 11 o así del medio día y ya pasar de la comida y marchar al tardeo….

- Papá, eso se llama almorzar…. Como toda la vida. Sus huevos fritos, su longaniza o panceta asada, jamón, su vaso de vino y un buen crocanti helado.
- ¡No hombre no! Lo otro… lo de comer raciones pequeñas pero muchas que te quitan la gana de comer y que se hace con amigos por los bares….
- Eso es ir de vermut Edu, que pareces lelo. De bar en bar y así te va, que el domingo después del vermut no le haces aprecio a la comida de mi madre.

Es que de verdad…. Que familia más cavernícola que tengo…

- Alizia… como se llama eso que hacen los modernos a media mañana del sábado o del domingo cuando vienen de jugar al pádel…
- El brunch papá el brunch….
- El bruuuuuuunch?????

Eso! De eso quería yo hablaros esta quincena gaRceteros, de la extraña forma de llamar a la nueva tendencia gastronómica moderna.
Y digo extraña pero en realidad ¿Es moderno el brunch? ¿Qué es el brunch?

El brunch es la mezcla de dos comidas importantes el día, el desayuno llamado por los hijos de la gran Bretaña Breakfast, y la comida llamada en ingles Lunch. De la fusión de las dos palabras nació el brunch. Pero aunque no se sabe a ciencia cierto en qué país de habla inglesa ocurrió… sí que se tienen constancias de cuando empezó a popularizarse esta moda gastronómica y el porqué. Aunque como en otras ocasiones hay versiones para todos los gustos. Yo os cuento algunas y vosotros quedaos con la que más os guste.

Hace casi 130 años que en una publicación humorística británica se utilizó el término, fue en la revista «punch». Corría el año 1896 y Guy Beringer hablo sobre el brunch como una comida alegre, desenfadada, sociable e incitadora a las relaciones personales.
Pensemos en lo estirados de los ingleses de esa época… para ellos el brunch sería como la antesala a Badoo o algo así….
Las explicaciones que he podido encontrar investigando un poco son varias.

Unas versiones cuentan que fue momento ideal para alternar, otros cuentan que en las familias burguesas el personal de servicio solía librar también sábados o domingos para celebrar la santa misa, y para poder librar, debían dejar una mesa llena de comida para que los señores y las esposas, bajaran de sus aposentos después de una larga noche de descanso y se encontraran ese pequeño buffet. Cómo no madrugaban y la primera comida del día se unía en tiempo y forma con la comida inglesa tempranera se empezó a popularizar esto del Brunch en casa también.

Pero en las versiones estadounidenses la cosa cambia un poco. No eran tan refinados ni tan curiosos como los británicos. Parece que los hábitos eran un poco más despendolados. Y salían a media mañana a sociabilizar y se empapaban de cocteles, tragos de whisky y demás bebidas espirituosas. Si la noche había sido dura se necesitaba comer para estabilizar los jugos gástricos y poder seguir bebiendo durante la mañana. Claro está que si bebían y comían abundante…. No comían la comida tradicional. Pasaban del Brunch a la siesta.

Pero y en la actualidad….
Ahora es muy popular esta tendencia. Hay cafeterías o gastrobares que han encontrado un filón en esta forma de alimentarnos. Y aunque hay sitios que no lo hacen muy bien, podemos presumir de que en Zaragoza tenemos unos buenos, que digo… fabulosos sitios en los que disfrutar un buen brunch.
Luego te recomiendo el que yo creo que es el más mejor de todos ellos. Pero sigamos con el tema.

Qué podemos disfrutar o de qué manjares se compone el brunch
Es muy importante el pan. Siempre nos encontraremos con distintos tipos de panes ya que entre otras cosas las tostadas con cosas atractivas encima son parte esencial de un brunch. Tostadas de aguacate con semillas, salmón y un huevo poche o los huevos benedictinos.
Embutidos y fiambres. Jamón, curados, ibéricos, quesos, pates, galantinas…

Nos podemos encontrar con un increíble equilibrio de lo dulce y lo salado. Croissants rellenos de pastrami, de huevos revueltos con sal y pimienta, asado de pollo trinchado con salsa holandesa, roastbeef con bearnesa…
Cereales, muesli, frutos rojos, frutos secos…

Tortitas y panqueques ya sean dulces con siropes y chocolates como con bacon crujiente y frijoles.
Huevos en todos sus formatos. Rotos, tortillas, duros, pasados por agua, fritos y a baja temperatura. Pero también en crepes, bizcochos, magdalenas clásicas y cup cake dulces y salados…
Ensaladas de endivias con salsa de queso, de miel y mostaza, vinagretas con toques ácidos, cogollos asados con cecina de vaca, tomates fritos cubiertos de costra provenzal, tomates verdes asados con queso camembert y carne de membrillo.
Sándwiches, empanadas, empanadillas, pan nórdico relleno de salsa tártara con encurtidos y arenques o pescados ahumados o marinados.

El caso es que el brunch ha llegado para quedarse. Ha encontrado su target y cada día tiene más adeptos. En culturas con horario europeo en las que se madruga mucho, se para poco rato para comer y se sale más pronto de trabajar de lo que nosotros salimos, es algo muy normal. La cena ya es otro cantar, pero la parada para comer se asemeja más a un brunch que a una comida tradicional.

Hay una nueva tendencia en los eventos tipo catering que se ofertan a las empresas y ya parecen brunchs. Un buen buffet de comida fría y caliente está sustituyendo a las clásicas bandejas de canapés y brochetas. Cada vez es más normal ver a empresarios llenándose pequeños platitos de elaboraciones dulces y saladas entre reuniones.
Pero aquí no acaba la cosa, en un brunch también es fundamental una buena selección de alimentos líquidos. Infusiones, cafés, batidos, cocteles con y sin alcohol, ponches, vinos, cervezas simples y otras más complejas…
El límite aún está por descubrir.

Y por descubrir esta también para vosotros el mejor brunch de Zaragoza. Mi compañera de profesión Ámbar Guadix y su marido Jesús lo están petando con su Brunch “eXtrem Gastro & Bakery”
No dejes de pedir su boniato trufado con parmesano y huevos a baja temperatura….
O espera… ya que vas hasta su sede en la Almozara….. Pídete un buen surtido de cosas y disfruta de las cosas buenas a media mañana.