de MERCADO na (2)

De repente fui poeta. Escribí algunos libros. Nada nuevo. Pero sentí que había gentes que trataban las palabras mejor que yo. No eran otros poetas. Eran los que se habían inventado los Geles de Baño: Flor de la Ola gel de baño, Frescaesencia gel, Leños Frutados, Reina de los Prados. Era como una letanía del buen gusto.

Entre cerezos, gel de baño. Árbol de Jade.

Además, empezaron a explicar las fragancias: Nota luminosa. Fragancias especiadas. Floral con notas de narciso. Notas especiadas y aromáticas de pimienta rosa y polygonum.

Les siguieron los de los vinos: elegantes notas de flores y bayas rojas. Delicadas notas de frutos. Ofrece burbujas refinadas y elegantes. A veces temí que todo el mundo empezara a hablar así con esa elegancia y nos fuera más mejor a todos.

Me descubrí diciendo a un amor: tienes los ojos más terrosos que he visto nunca. O sea, hablando como un poeta. Hablando como un gel de baño, hablando como un vino.

Así que tuve que dejar de ser poeta. 

Hasta que entré en Mercadona. Pa empezar, Mercadona es la mujer que compra (merca dona). No lo van a reconocer, pero el tió Roig, el jefe, lo pensó así. No se dejó asesorar por algún creativo, por alguna agencia de comunicación. 

Y voy a resumir en dos marcas de la casa la deriva que llevan.

QUITA GRASAS TIRA GORDURAS. Luego lo quieren arreglar y pone Perfume de Limón (Limao). Bosque verde. Pero ¿en qué cabeza cabe llamarle así a un quitagrasas? Señor Roig, ¿qué le pasa?

Y ya el acabose lo oí el otro día en el vermut de la mañana: se cayó un niño y su abuelito dijo «voy a buscar el CATAPUM». Y dije ¿qué es eso? Me contaron que lo venden en el Mercadona. Perdone señor Roig ¿ha dicho el CATAPUM? Stick de Árnica

Estoy en un estado que ya cuando voy al Mercadona no miro los títulos ni los prospectos. Compro a ojo. No vaya a ser. 

Y así me va.