Posmodernidad
de MERCADO na (1)
20 marzo 2024
Les prometo que siempre que pueda, voy a hablar del mercadona. No tiene nada que ver con hacerles propaganda. No soy un influencer que cuando habla le dan pasta gansa. Nanay. Además, siempre no voy a hablar bien. Y además me leen cuatro. Soy el que menos tirón tiene de la Garzeta. Debe de ser porque me pierdo en disquisiciones varias, no aterrizo, y en realidad no tengo muchas cosas que decir. Monotonía de la vida.
Siempre que puedo, cuando va algún amigo, alguna amiga, algún familiar, algún amor, les encargo algo: bacalao ahumado, una cosa de paté o una cuña de queso, limones y naranjas… cualquier cosa. Eso hace que protesten: «esta semana has pasado cuatro veces y no has entrado», dicen. Eso me está complicando la vida. Hay gentes que se ven dentro y dicen: NO LE DIGAS A DAVID QUE ME HAS VISTO.
Lo estoy pasando mal.
Pero quería explicarles otra cosa.
Tengo una amiga que conoce al cheriff, del mercadona. Está siempre dando vueltas, es bajito y atento. Y mi amiga siempre que lo ve le propone mejoras. No tengo que decirles que mi amiga tiene bastante jeta. Le ha llegado a decir que tiene que reubicar en la zona de los perfumes a una trabajadora que es con la que comenta las sugerencias en belleza de las influencers. Dice, que su amiga, a la que no conoce de nada, sabe mucho de perfumes y movidas de esas.
Por ejemplo, se acerca a la dependienta y le dice: ¿qué sabes del FORTI FICANTE? es una especie de champú de cebolla. Y la chica se ríe. Yo creo que la dependienta va a acabar invitándola a la comunión de los chicos. Al tiempo.
Hay una leyenda gitana que dice que las cebollas son muy buenas para el cabello, digo yo.
Otra vez se acerca al cheriff y le dice: las pechugas de pollo están jaskas, muy jaskas. Y el cheriff le dice, pero ha comprado de la marca… si, y están jaskas.
Tomo nota, le dice el cheriff.
Le voy a proponer a mi amiga que me presente al cheriff para hacerle algunos apuntes y salvedades. Entre todos tenemos que hacer un mercadona más fuerte, ecológico y saludable. Le voy a proponer por ejemplo una jornada de puertas abiertas y una japi jour, que es una hora feliz, donde sea todo más barato.