DE HOMBRES Y DE MUJERES

Cuentan que el capitalismo es hijo del patriarcado, así pues por mucho que traten de equilibrarse los roles en la lógica del mercado, se yerra. El paradigma ha de ser otro. Vivimos en un sistema enfermo, injusto desde su raíz, que soportamos todos, hombres y mujeres, un camino de sufrimiento emocional en el que la mujer se lleva la peor parte física. Sin embargo el paradigma actual se perpetúa por sus retoños, todos nosotros, máxime cuando la salida propuesta es una huida hacia adelante.

La posición del hombre, mucho más cómoda y menos dolorosa en lo físico está también diseñada, el hombre es encasillado, al hombre se le adiestra también para comportarse siguiendo unos patrones determinados. La ira y el abuso son muestras claras de un sufrimiento, los síntomas de un dolor profundo, de una frustración visceral.

Desequilibrios que se manifiestan seguramente por querer encajar en unos patrones, en unas casillas que poco tienen que ver con nosotros, sin tener siquiera la oportunidad de mirarnos, de conocernos, de pensar que no somos un cliché. Leyendas que nos llevan inconscientemente a no aceptarnos por no alcanzar unos ideales prefijados y sin sentido.

Personalmente no he leído sobre Feminismo, no lo he estudiado, creo que en él existen corrientes diversas, supongo y espero que exista una que vaya a la raíz y que proponga un paradigma radicalmente distinto al patriarcado y no en igualdad dentro del esquema ya fijado, sino precisamente tomando como base la diferencia, y el respeto a la misma, en la aceptación de que somos sexos distintos, en que cada sexo y persona pueda adentrarse sin temor en sus profundidades para poder florecer como sujeto único enmarcado por las diferencias obligadas por el juego de la existencia, sin las que uno no puede gozar de esta Gracia, del milagro de la vida; esto es las características o atributos físicos, sexo, color… las latitudes y longitudes que nos mecieron y siguen meciendo.

Que toda persona pueda explorarse y experimentar(se) sin tener que rendir cuentas a nadie, esto significa lejos de unos cánones culturales que ya cumplieron como pudieron su función. Libres de expectativas que no llevan más que al sufrimiento propio y por consiguiente al compartido.

Creo que señalar al hombre es parte del problema, lo entiendo perfectamente, y puedo simpatizar en ocasiones superficialmente con ello, sin embargo serán intentos vanos toda vez que no se asuman responsabilidades comunes, responsabilidades que nos lleven de la mano a todos y todas a otro modelo basado en el respeto fraternal libre de expectativas, esto es al Amor con mayúsculas.

La libertad de descubrirse sin rendir pleitesías a lo que se espera de uno. EXPERIMENTARSE COMO SUJETO EXISTENTE EN PERMANENTE METAMORFOSIS. Para ello el camino interior es ineludible, la salud social se construye desde y sobre la propia!!