Posmodernidad
34 WASSAPS
30 octubre 2024
Una chica se cae ahí al lado, y me dice NO ES NADA, ES UN ESCORCHÓN. El director de mi publicación favorita me dice que hay que cuadrar unos asuntos para darles una buena salida. Mis compañeros hablan de sus artículos en El Diario, y en el 20 minutoS. Mi pintora favorita me dice que «mi cuadro…mi viñeta» Una violinista dice No sé nah de ti… ¿Estás bien? Le pido a L. un texto para preceder una canción. Preceder es una palabra bella. Hay una mujer que se ríe de mi ocurrencia (tengo pocas). Hablo con EmE de si le damos importancia a lo de los amores, de si le damos mucha importancia a los amores y ella me dice que Si, le damos importancia porque tenemos una capacidad muy grande para amar. Y no me gusta cuando los demás no lo ven o no entienden nuestra forma. Eso dice, que es mucho decir. Con F hablamos de lo del balón de oro. Se lo dan a Rodri, ¡ah¡ Pone especial atención en que es jugador y deportista. Creo que se refiere a que los habladores y polémicos cada día tenemos menos cancha, en cualquier mundo. A Alberto le pregunto por su salud. Y Sergio me dice si podré escribir la introducción de un libro que se va a titular Calvario o Calvarios, no estoy seguro. Con E, hablamos de lo de Errejón, me parece una mujer con bastante criterio. Otra E me dice que está cansa. Estar cansa me gusta más que estar cansada. Danilo, que es el mejor guitarrista chileno que conozco me pregunta por el Ciclo, ¿sabes algo de días y de lugares? Con Wapner hablamos de otra presentación de libros, Wapner está en Arad, a pocos metros del horror y del error. Creo que fue Adorno el que dijo que escribir después de Auschwitz un poema era una barbaridá. Un escritor, no sé cual, tiene que decir que escribir un poema después de lo de Gaza es la misma barbaridá, así es que la vida es eso, ir de barbaridá en barbaridá. También felicitamos a un amigo, que además se jubila, y Frank me dice desde Coronel Suarez que le mande alguna canción «compartime canciones» hace un día fabuloso acá, sol, pero todavía no se presenta el calorcito – y le pone su acento argentino que resulta aún más cariñoso. Por último, alguien dice, CAMBIEMOS ESTACIONES, TEMPO Y EMOCIONES. Y no le contesto nada, pa qué.