Pintura
Retrato de Inger Munch
15 abril 2025

El pintor expresionista noruego Edvard Munch es universalmente conocido por su obra “El Grito”, esa obra reproducida, plagiada y manipulada miles y miles de veces.
Pero Munch, mi muy venerado Edvard Munch, es mucho, muchísimo más y si de algún pintor os animo a que profundicéis en su obra es en la de este genial y obsesivo artista.
Un hombre que vivió obsesionado con el dolor y la enfermedad a raíz de la muerte de su madre, cuando él contaba cinco años, y algún tiempo después la de su hermana debido a la tuberculosis, enfermedad de la que estuvo a punto de fallecer el propio Edvard siendo aún niño.
Munch sentía pasión por sus hermanas y ese dolor de la perdida de la mayor lo reflejó en trabajos posteriores, como “La niña Enferma” obra también bien conocida.

Pero hay una obra un retrato de su hermana pequeña Inger que a mi juicio trasluce no solo belleza, sino un cariño y ternura que traspasa el lienzo.

Realmente es un ejercicio de cuando Edvard Munch contaba veinte años y estaba aún influido por lo aprendido en la Escuela de Arte.
Pero por encima de ese academicismo que la pose tiene, de tres cuartos y mirada lateral. Edvard juega con esos negros tanto del fondo como del vestido de Inger, para concentrar la mirada en manos y cara.
Os pongo un detalle de la cara para que apreciéis tanto la serenidad como la relajación de los músculos del rostro, se ve que la modelo está a gusto posando y, ¿Qué me decís de esa sonrisa esbozada acompañada de unos ojos llenos de vida, pese a tener la mirada puesta en la lejanía por requerimientos del guión? Bueno de la pose en este caso.

Que disfrutéis del cuadro como lo he hecho yo.