No viene a cuento

Ojos

21 agosto 2024

No viene a cuento…

Pero aquí estoy: enfadada, muy enfadada porque estoy en la cárcel. Y a mi entender, injustamente.

El caso es que yo tenía una vida tranquila… Vivía sola, tenía un trabajo que me gustaba…

Ah! Soy tanatopractora. Esta ocupación no le suele gustar a la mayoría de la gente, así que oportunidades para trabajar nunca me han faltado. Y antes de que me encerraran ya llevaba seis años seguidos en la misma funeraria.

Soy muy metódica en mi trabajo, hay que serlo. Y dejo a la gente muy presentable y digna.

Y ahora aquí, pues me aburro. Leo, voy a talleres de conocimiento personal, (que son un peñazo), estoy aprendiendo a tejer (mira tú para qué), y aprendiendo inglés.

No tengo pareja. Este dato podría no tener importancia, pero es que alguna vez, me gusta el contacto físico (ustedes me entienden). Me gustaba el juego de la seducción, pero pocas veces tenía éxito.

No sé si el problema estaba en mis ojos, o es que simplemente no era el momento.

Mis ojos miran en direcciones diferentes.

La gente que no me conoce se desconcierta y evita la mirada. Quien me conoce más o menos, sabe con qué ojo le miro para entablar la conversación, porque el otro se mueve solo. Ni yo sé dónde está.

Con lo que me gusta ver cómo se mira la gente a los ojos mientras habla, cómo se miran las parejas enamoradas, o a un perro entenderse con su amo…

Puede que empezase a obsesionarme demasiado con las miradas. Las buscaba continuamente, tanto, que en mi trabajo observaba los ojos de mis clientes. Ya saben: clientes inertes, miradas vacías.

Muchas de ellas con la característica mancha esclerótica que empieza después de la muerte, primero en el lado externo del ojo, y luego en el interno, en la parte blanca, para entendernos.

Depende del tiempo que el cadáver haya estado con los ojos abiertos, la córnea se enturbia en 45 minutos. Pero si han estado cerrados, tarda 24 horas.

La córnea es la capa transparente externa, para entendernos también.

Algunos clientes no tienen ojos porque han sido donantes de córnea. Pero estéticamente no se nota, eh?, que para eso estamos.

El proceso de sacar un ojo se llama enucleación ocular. Pero no es cosa de que les explique cómo.

Pero una vez, en mi soledad, sin prisa y sin distracciones, probé.

Probé. Buen rato me costó, y el globo salió perfectamente redondo.

Lo observé largamente. Me pareció una maravilla. Y decidí conservarlo.

Para mantener la transparencia de la córnea, que como les he dicho, es la capa transparente de delante se inyecta 1,5 ml. de dextrano al 15% para hidratarlo y luego se mete en 5 ml. del mismo producto media hora para mantener la retención de la humedad. Con otra técnica se puede evitar la midriasis (la dilatación de la pupila), y así conservar el color del iris.

Oh!, me estoy extendiendo: ya ven que mi trabajo me entusiasma.

Total, que el ojo que saqué lo sustituí con un implante esférico del tamaño del ojo real, como indica el protocolo. Y lo cerré, que también tiene su aquél.

Hay que subir 1/3 el párpado inferior, y bajar 2/3 el superior. Así quedan las pestañas en su sitio. Apasionante…

 El ojo lo conservé con formol para evitar gérmenes, y poder seguir observándolo.

 Confieso que seguí cogiendo ojos en más ocasiones, siempre con respeto.

 Llegué a tener 7:

  • 3 marrones
  • 2 azules (uno más oscuro que otro)
  • 1 gris
  • Y 1 verde clarito

Tal cantidad supuso tener que meterlos en un bote grande. Lo hice en uno de esos de encurtidos, pero no me parecía serio, aun habiendo quitado bien la etiqueta. Necesitaba algo que estuviera a la altura de esas miradas rotantes e hipnóticas.

Ya está!.  En uno de mis restaurantes favoritos te reciben con un cóctel servido ceremoniosamente con pompa y boato, que te traslada a la Belle Epoque. Para ello utilizan una fuente preciosa de cristal, como de 1900. La robaré…con la excusa de ir al servicio. Cuando el personal esté entretenido en la atención a la clientela, me la llevaré al baño, volveré a pagar, y me iré pitando, no vaya a verla alguien al lado de la escobilla.

 Lo hice.

 Y me salió bien. Allí los puse, presidiendo el salón. Precioso quedó. Precioso.

 Les estaba contando que me gustaba conocer gente, y me he desviado.

 Conocí a varias personas, pero era todo muy efímero. Hasta que apareció él. Parecía realmente interesado y que no le importaba este ojo libre que tengo. Me ilusioné mucho. Era atractivo…

 Una vez cenamos en un restaurante, y la cosa terminó sin pensar en mi casa.

 Y los vio.

 Vio mi colección al entrar. Se quedó paralizado. Y después de mirarme, esta vez sí, fijamente, salió corriendo.

 Y se acabó todo.

Sobre mí cayeron no sé cuántos delitos: profanación de cadáveres, robo de sustancias, premeditación, asalto al centro de trabajo… No sé, muchas cosas.

Por eso estoy presa…por si se lo habían preguntado. ¿También creen que injustamente?

 Ya escribió Charles Bukowski, el poeta maldito:

“Ojos, esos malditos ojos me jodieron para siempre. Me hicieron el amor con solo mirarlos”.

Tienen aquí debajo otra versión de audio pero con distinta banda sonora, para que uds. elijan.
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