Crónica

María Domínguez Remón

6 septiembre 2024

Mi conocimiento de la vida de María Domínguez Remón se remonta al año 2005, cuando la que entonces era Concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Alagón y Diputada de la Diputación Provincial de Zaragoza, me regaló una edición facsímil del libro titulado Opiniones de Mujeres, editado por dicha institución el año anterior. En él se recogía una serie de conferencias que María Domínguez había impartido en diferentes localidades aragonesas en torno a los años 1930. También se documentaba su biografía por parte de las historiadoras Julita Cifuentes y Pilar Maluenda.      

En base, especialmente, a la impresión que me causó la lectura de lo que María escribió, preparé ese año el Manifiesto para el Día Internacional de la Mujer, organizado en Alagón.

A partir de entonces, la figura de María Domínguez Remón no dejó de interesarme, intentando recopilar información por diversos cauces. Pasado un tiempo, fui con unas amigas al cementerio de Fuendejalón y allí, en su tumba, le leí algunos de los párrafos que había extraído de sus conferencias. Entonces hablamos de la posibilidad de poder preparar, por mi parte, una conferencia sobre su vida y obra. Pero ahí quedó el tema, de momento.

Por esas casualidades de la vida, el Ayuntamiento de Gallur convocó en el año 2022 un Concurso Literario y yo participé con una Poema titulado “Ella”y tuve el reconocimiento de una Mención de Honor. María seguía en mi pensamiento y en mi corazón.

Ese mismo año, la Diputación Provincial de Zaragoza volvió a editar el libro Opiniones de Mujeres donde, de manera mucho más amplia, se contaba la biografía y un extenso estudio de las tareas de la exhumación de su tumba, en el cementerio de Fuendejalón, que tuvo lugar el 30 de enero del año 2021.

Y como, a veces, el universo cumple tus sueños, en este año 2024 y, a través del Colectivo 8M de Alagón, me propusieron participar en uno de los actos organizados en torno al Día Internacional de la Mujer. Para ello, además de toda mi tarea de preparación a través de la consulta bibliográfica, realizamos un viaje hasta el Pozuelo de Aragón, lugar donde nació María Domínguez, y también a Gallur donde vivió y fue alcaldesa y otra vez volví al cementerio de Fuendejalón donde está enterrada. La percepción de sus huellas quedaron patentes en mis ojos y en mi memoria. Con todo ello, el conocimiento y la comprensión de la vida de María se fue ampliando para mí muchísimo más.

Pero todavía tengo más cosas interesantes que contar. A través de la Comarca Ribera Alta del Ebro me han invitado para impartir dos conferencias, en el próximo mes de noviembre, en sendas localidades de nuestra comarca. Y como mi cabeza no para de dar vueltas y más vueltas, queriendo profundizar todavía más en la historia de María, decidí, hace unos meses, realizar un viaje muy especial que me llevó hasta el valle del Baztán, en Navarra.

En el curso 1916-1917 María estuvo dando clase en Mendiola que es un barrio perteneciente al municipio de Almandoz, en esas tierras navarra. No os podéis ni imaginar la sensación, la emoción y el impacto que me causó realizar el mismo viaje que ella hizo. Por mucho que os pueda relatar lo que allí experimenté, toda palabra se queda corta. Es el silencio quien toma el relevo y las miles de preguntas que atronan mi cabeza.

¿Cómo es posible que una mujer, en aquellos años, pudiera arriesgase a tan excepcional aventura?

¿Con quién fue, sola o con la familia de su amigo el maestro?

¿Qué medios de transporte utilizó y cuánto tiempo le costó llegar hasta ese lugar?

Yo quise ir en autobús, haciendo diferentes escalas, y tomé la Baztanesa, tal vez, como lo haría ella. ¿Cómo es posible que, andando, pudiera realizar cuatro veces al día el camino de Mendiola hasta Almandoz, por esos caminos, aún hoy, para mí, de cierta dificultad?

¿Qué sensación tendría al contemplar el vasto y montañoso paisaje y unas formas de existencia tan diferentes a la nuestra?

Y tantas y tantas preguntas…

Mi profunda admiración a la valentía de una mujer que quiso conquistar su libertad, a pesar de todo y de todos. Y hasta aquí mi vivencia personal que, por supuesto, no se va a terminar porque cada vez que me adentro en estudiar más profundamente su personalidad, en releer, una y otra vez, sus pensamientos a través de sus escritos, me doy mayor cuenta de cuánto les debemos a esas mujeres, audaces y decididas que, sin apenas medios de ninguna clase, lucharon firmemente por conseguir una serie de derechos que hoy en día, muchas de nosotras, disfrutamos.

Nuestro reconocimiento y gratitud.

Biografía

María Domínguez Remón nació en Pozuelo de Aragón (Zaragoza) el 1 de abril de 1882. Desde pequeña mostró interés por aprender, pero debido a que su familia tenía pocos recursos económicos pronto tuvo que ponerse a trabajar en tareas del campo.

A los dieciocho años la casaron, pero el matrimonio no fue bien porque él la maltrataba y, María, cansada de soportar tanto sufrimiento decidió abandonarlo y se marchó a Barcelona donde ejerció como sirvienta en una casa.  Su marido la denunció, y aunque no prosperó la denuncia, fue su padre quien la convenció de volver al pueblo con su esposo.  Pasado un tiempo y, viendo que todo seguía igual, retornó a la ciudad condal. Allí encontró el ambiente social y político que fue conformando su ideología.

En torno a 1909 decidió volver al Pozuelo y con el dinero ganado se compró una máquina de hacer medias y así se pudo mantener sin tener que depender de nadie. Sin embargo, su inquietud por aprender y por ser maestra la motivó para presentarse al examen de la Escuela de Magisterio de Zaragoza. Por motivos que desconocemos no ingresó en dicho centro. Será en el año 1914 cuando decidió escribir su primer artículo y enviarlo al periódico El País, editado en Madrid y sorprendentemente se lo publicaron. Así comenzó una larga lista de artículos en diferentes medios, especialmente en el Ideal de Aragón y en el Semanario socialista Vida Nueva.

Su amigo Pedro Rubio Gracia le ofreció trabajar en el curso 1916-1917, en la escuela situada en el barrio de Mendiola, del pueblo de Almandoz, en el valle del Baztán (Navarra). Su estancia fue dura, ya que cuatro veces al día iba y venía de Mendiola hasta Almandoz para que su colega le explicase las lecciones que tenía que impartir.

Paralelamente a su actividad docente se preparó para ingresar en la Escuela de Maestras de Pamplona. Aprobó, pero cayó enferma y tuvo que volver a Zaragoza. Yo supongo que las condiciones climatológicas eran muy duras, especialmente, en los meses de invierno. Al regresar a Zaragoza cogió, otra vez, su máquina de coser para ganarse la vida por las mañanas y por las tardes asistía a clase en la Escuela de Artes y Oficios para ser maestra. Pero el destino, una vez más, le fue muy cruel ya que enfermó de la gripe que se extendió por la capital del Ebro en 1918. Estuvo más de un año convaleciente y ayudada por sus grandes amigos Venancio Sarría y su esposa Pilar Ginés. Años más tarde, y al quedarse viuda, se volvió a casar con Arturo Segundo Romanos y se fueron a vivir a Gallur. Allí fundaron la Sección Local de la Unión General de Trabajadores.

El 14 de abril de 1931 se proclamó en España la Segunda República y para María llegaría el momento culminante de su vida personal y política. Cuando a finales del mes de julio de 1932, el Gobernador Civil de Zaragoza, viendo la crisis social y política en que se hallaba la villa y el ayuntamiento de Gallur, nombró a María como Presidenta de la Comisión Gestora del consistorio. De esta manera se convirtió en la Primera Alcaldesa Democrática de España, en el Gobierno de la Segunda República. En los pocos meses que estuvo al frente del municipio luchó, según sus principios, por conseguir una vida mejor para todos los habitantes.

Pero el 18 de julio de 1936 se produce el Alzamiento Nacional, el Golpe de Estado, contra el Régimen Constitucional de la República y comienza la Guerra Civil Española. María y su marido se trasladaron a casa de la hermana de ella en el Pozuelo, pero fueron detenidos y finalmente María es fusilada en el cementerio de Fuendejalón, el 7 de septiembre del año 1936. La exhumación de su tumba se realizó el 30 de enero del año 2021. Se encontraron, entre otros objetos, una peineta, cuatro horquillas, unos botones y restos de unas sandalias. Por Decreto Ley 178/2021 de 15 de diciembre, del Gobierno de Aragón. Se declara la tumba de María Domínguez Remón, del Cementerio de Fuendejalón (Zaragoza) como Bien de Interés Cultural, en la Categoría de Conjunto de Interés Cultural, Lugar de Memoria Democrática de Aragón.

Dejamos un pequeño podcast de rtve sobre la biografía de esta gran mujer en este enlace.

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