Posmodernidad
GANAS DE SER O NO SER
6 octubre 2025

resulta que ayer hablaba yo con mi director, de ASFALT0, un grupo de rock del 72. no sé a qué fin. y le dije que, de ese grupo, me gustan algunas canciones, entre ellas dos: DÍAS DE ESCUELA y ROCINANTE (don Quijote me abandonó/cambió su lanza por un tractor/harto ya)
AMENABAR acaba de estrenar EL CAUTIVO. no la he visto, pero por lo leído creo que versa sobre el soldado Miguel de Cervantes, que es capturado y llevado a Argel. y luego que si es o no es homosexual. que sé yo, chica.
al poco he leído un artículo bastante bueno de Manuel Vicent: Un momento de placer para Cervantes.
y de repente me he puesto a pensar en a quién de esta «trama» me gustaría parecerme: Don Quijote, Sancho, Miguel de Cervantes, Dulcinea, o doña Sancha, Rocinante o el burro.
yo creo que antes de postularme, tendría que hacer una confesión. una cruda confesión: NO HE LEÍDO EL QUIJOTE.
bien.
he de reconocer que tengo algunas cosas por ahí atascadas. alguna película de cine, algunos libros pendientes ,que por alguna razón no los acometo. procastino.
la primera reflexión es que quizás el Quijote habría que leerlo, por Ribereños, sobre todo. mi amigo J.G. decía que la Ínsula Barataria es toda la Ribera Alta, o casi toda, que no está circunscrita solamente a Alcalá de Ebro. se murió sin desarrollarme su teoría.
la segunda reflexión es que según cuentan es uno de los LIBROS más grandes. en él debe de estar España, el hombre, la locura (ya no hay locos, en España ya no hay locos/. Se murió aquel manchego, / aquel estrafalario fantasma del desierto. – dirá León Felipe-) y muchas más cosas.
de ser algo, los ribereños, claro, tendríamos que ser Sancho Panza. no puedo dejar de pensar en esa estatua tan acertada que está ahí, en Alcalá. todo pensativo como si fuera El Pensador de Rodin, al lado del padre Ebro, tan solo.
pero dice Manuel Vicent que apetece ser Sancho, pero con 1,85, cierta delgadez , ser tenista. atina.
y claro un escritor tiene, si o si, unas ganas de ser Miguel de Cervantes que no se pasan, ni a tiros.
pero si quieren que les diga la verdad, hoy tengo ganas de ser el burro de Sancho, que no tiene ni nombre, y que como es de color pardo claro Sancho le llama «el Rucio».
y no me pregunten que ¿a qué fin?