Aire hueco
Desde que amanece, no apetece
25 mayo 2025

Últimamente no tengo ganas de ver películas. Es así, es un hecho que llevo pensando de un tiempo a esta parte y que no me preocupa demasiado porque, aunque hay motivos que ahora trataré de explicar, creo que es una etapa más de los estados de ánimo que nos van y nos vienen.
Mi cabeza prioriza ahora otras cosas como leer en el libro electrónico que adquirí hace no mucho. Me creía muy romántico y alardeaba de la superioridad moral del papel hasta que el cacharro que tengo ahora me cogió por los hombros, me dio dos tortas y me dijo que era mejor que esos sacos de páginas. Y tenía razón. También priorizo los deportes de raqueta porque ver algo de David Lynch (QEPD) está bien, pero clavar un revés paralelo a la esquina ahora mismo no me lo mejora nada.
El tema de la oferta que me proporciona el cine actual tampoco ayuda. Lejos de haber buenos estrenos sí que he ido a ver Flow que es una peli de animación de un gatico en un mundo distópico donde no se dice una sola palabra en toda la peli y no sabéis bien lo que lo agradecí. Dentro de que la propia calidad de la animación no me pareció gran cosa, sí me gustó el ambiente y la tranquilidad que transmitía junto a un agradable conjunto de sonidos que me tuvieron en brazos como una mañanica de abril en la cama.
Y no es que no lo intentara porque repasé varios catálogos de plataformas buscando filmes, pero ninguno me convencía. Se juntaba la incertidumbre de lo desconocido con una longitud que, generalmente, me echaba para atrás y la poca convicción de mi búsqueda. Todo eso hizo que en una de esas intentonas acabara eligiendo una que ya había visto. Escogí Lobster que es una distopía…
La verdad que parece que voy buscando la distopía. En las películas, no en el mundo real. Bueno o igual también ahí, yo que sé. En fin, Pablo y yo creo que estamos medio preparados para una invasión zombi. Bah, qué vamos a estarlo si caeríamos los dos como Felipón con todo agudos que nos parece que somos. ¡TOTAL! Que me puse Lobster. En un mundo donde la sociedad no acepta a los solteros, como sucede en Bardallur, te convierten en un animal de tu elección si no consigues pareja. Mira tú si había pelis que me puse ésta y encima me vi la mitad y dejé la otra para el día siguiente.
¿Qué quiere decir todo esto? Pues chico, no lo sé. Esto digo yo que será pasajero… o no. Yo no he elegido que ahora las películas no me interesen. Y… no sé ya muy bien como terminar esto así que lo voy a dejar aquí, supongo. Que… nada, que eso. Adiós.
Viva la distopía y la cerveza fría. ¡Adiós!