Derrota

estoy leyendo un libro bastante interesante. en realidad, estoy siempre como leyendo varios libros. ese es uno de los setenta defectos que vengo a tener. pero igual así no me aburro (a veces). quiero decir, que, si estoy en algo denso, procuro combinarlo con algo más liviano. mi madre que es mi mejor consejera me dice: pues lee uno detrás de otro y así no te lías, y así te aclaras mejor. y mientras pela las borrajas dice: musgö, la monotarea ha pasado a sustituir a la multitarea. mi madre habla tan bien que dice musgö con diéresis. el libro es como una enciclopedia. y bien, me he enamorado (o como quiera que se diga) de Cristóbal Colón.

hace unos años, una de mis ángeles preferidas me regaló un cuaderno (benditos cuadernos) en tonos sepias que venía con un título ya: DIARIO DE ABORDO.

DICE, el libro, sobre la palabra DIARIO (en la d, cerca de descubrimiento o decapitación) «diario es lo que se escribe día a día». bien. «Colón escribió diarios de sus viajes». bien. «debajo de la fecha relataba lo sucedido y sus impresiones». bien. «No era un diario íntimo». y bueno, aquí quería llegar yo. inmediatamente he empezado a escribir un libro. otro libro. mi madre que es mi coach me dice, escribe un libro y después otro, y no lleves doce libros en banda» pero es que no puedo. el libro ya tiene título: DIARIO DE PLATA. otro día, si eso, les cuento de donde viene tan original título. 

se trata pues, de ir poniendo lo que me pasa, pero sin intimidades.

un ejemplo: 

estamos pintando Fundición, en tonos verdes y lima (relato de lo sucedido), queda bien (mis impresiones). pero ya no ahondo. 

voy a la Farmacia (no digo a qué, ya que sería algo íntimissimi) y me encuentro a una de las cracks de la localidá. platicamos.

hago una de las comidas más interesantes de mi vida, con un músico experimental y una ilustradora. viven en estos momentos en el peor sitio de la tierra (así dice ella) me entero de los kibutz y del koljós. 

hago una siesta breve e indecente.

voy a mi terapeuta cráneo sacral. mi interior está inquieto (decimos)

montamos una exposición que nos gusta mucho (aquí estoy bordeando lo personal, me parece)

veo un partido de fútbol sin poner mucha atención.

discuto explicando otra vez más ( y van catorce mil)  de lo que pienso del amor y toda esa patraña.

me duermo. 

hemos llegado por fin a tierra. a tierra de sueños. 

no sin antes explicarles una acepción: es la palabra DERROTA. es el recorrido de los barcos por el mar. Colón volvía siempre por otro lado.