Aprisa

La posmodernidá es ir deprisa, andar deprisa, hacer las cosas deprisa y me atrevo a decir hasta cabalgar deprisa es la posmodernidá. Recuerdo de visitar un país lejano en el que me decían, al pasito, tipo, al pasito. Recuerdo de visitar otro país lejano que todo ahorita y ahorita podía ser una hora, y bajo del avión en el Barajas Adolfo Suárez o algo así y de repente me adelantan por la derecha por la izquierda y hasta me dan dos empujones como diciendo, pero éste de dónde ha salido aivalavirgenyquestasestorbando y yo reírme por dentro para que no se enfaden los señores y las señoras que van tan tan rápido. 

Bueno, pues si no te das cuenta entras en las prisas y todo bien aprisa. Y eso que te hablo yo desde un pueblo, que aquí prisas las justas, pero, aun así, pues eso, bien aprisa, pero todo todo.

Por ejemplo, te cuento, esta mañana nos levantamos y ya estamos corriendo, los ocho kilómetros de rigor, hacia Alagón, para que nos de el sol, y rápido a la ducha que he quedaú, pero la reunión se retrasa una hora y después había quedado que nos íbamos a Tauste de fiestas a tomar vermú a las doce y media y me entra un wassap: el autobús sale a las doce menos cuarto, y yo contesto, pero habíamos quedado a las doce y media, que estés a las doce menos cuarto que no tienes ningún quehacer, me responden. Se me ocurre que el mundo de los wassap es un mundo de rápidos. Si me has leído contéstame. 

Bien, no voy a seguir contando. No hay nada más hortera en esta vida que contar la vida de uno.

Pero es que me están apurando. Tengo que acabar un libro urgente del club del libro Remolee, por cierto, una maravilla. La lluvia amarilla. Tengo que acabar un microrrelato y tengo que mandar esto hoy sin falta al director de mi publicación. ¡Ah¡ y además tengo que ver a Motos, o a Broncano, a Motos o a Broncano. A Broncano o a Motos, A Broncano o a Motos. Y no me va dar tiempo. 

Si la posmodernidá son las prisas yo quiero ser moderno, o cuando menos protomoderno (que de lejos es mi término favorito) Pero odio las prisas, en serio, odio las prisas, aunque esto lo haya leído así, tan aprisa, tan aprisa.