Posmodernidad
La posmodernidad MG
25 agosto 2021
Quiero que observen atentamente a lo largo de este artículo que además es leído el progresivo cambio que se va a dar en mi vida.
Verán, les cuento. Yo como buen bajito tiendo a gritar. Creo que es una cosa normal. Igual, si me apuran, algo así pasa en el Tambor de HOJALATA.
Hasta hoy.
Resulta, que en los nuevos tiempos todo es censurable. Elevar la voz, mover el dedete, subir la mandíbula. Y es que ya lo zanjó el otro día mi frutero favorito. «Yo soy de los diantes».
Pues yo no. Si toca rectificar se rectifica, si toca no perder energía en polémicas absurdas no se pierde. Y todo así.
Si tu elevas la voz es que quieres tener razón y ponerte por encima de tus interlocutores.
Hay que murguñar. Me encanta esa palabra.
O hablar en baja voz.
O entre susurros, que puede que sea el lenguaje, cuando nos abandone el covid.