Posmodernidad

Culpables

24 octubre 2023

UNA VEZ todos fuimos culpables, urbi et orbi. Nacimos culpables todas. Y se extendió la culpa. Y la culpa llegó hasta la Ribera entera. Pero tras la culpa y el maleficio y la inquietud, llegó la calma. Y qué calma. Calma chicha. Estaba la mar en calma. Y no soplaba nada de aire ni por barlovento ni por sotavento. Una mano para ti y otra para el barco. Siempre.

Pero después de un tiempo, el mundo, se dio cuenta que necesitamos culpables. Que sin culpables se vive peor. Que la culpabilidad es como los latidos del corazón.

Y entonces a mi y a otros nos eligieron culpables. Y era de todo. ¿ Pero de todo de todo? De todo. Culpables de que no nacían los trigos, de los robos, de las infidelidades y de las infelicidades. De eso lo que más. Culpable. Yo sin darme cuenta me situé en la gente culpable y sospechosa. De que esto, todo, no funcionaba por la culpa de los culpables.

YO DURANTE MUCHO TIEMPO NO INTERVINE, ME QUEDÉ MIRANDO *

Y alguien dijo: enterrad el hacha. ¿Pero qué hacha? El hacha, enterrad el hacha.

Y tuvimos que enterrar el hacha. Y dedicarnos a ser culpables.

Es por la mañana. La mañana de la culpabilidad. Y pronto el reloj de la iglesia dará las horas y las medias horas. Dará también las campanadas de la culpabilidad.

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