Todos los ríos son el mismo río, todos los cuadros son el mismo cuadro, todos los pueblos son el mismo pueblo. Nos pasamos la vida justificando identidades fantasmas mientras se nos escapa el placer de saborear lo común, lo que nos une, lo que sobrevive a las estrechas mirillas del espacio y el tiempo. De ahí, que la poesía vestida de imagen, rumor de agua o texto nos siga recordando que todos los ríos son el mismo río, todos los cuadros son el mismo cuadro y todos los pueblos son el mismo pueblo.
Pablo Noailles y Laura Tajada