Relatos

Esferificación bovina

10 febrero 2024

Probando, uno, dos, el micro no funciona bien, y cree que el volumen va a quedar corto una semana más. Por más que toca todos los ajustes y hace las pruebas y le parece que todo está bien, no hay manera… graba y luego siempre se queda muy bajo, pero mira, es igual… sea una vaca una esfera. El que no oiga que suba el volumen y si no, que se acerque, soluciones hay más que razas bovinas.

¿Qué gafas te vas a poner hoy? Las de verme bien o las de que estoy siempre enfadada, avísame para enfadarme de verdad porque tengo alguna que otra cosilla de la que desahogarme y aprovecho. Yo llevo puestas hoy las rojas, las de la abuela de Caperucita. Esas son las de para verte mejor, aunque luego siempre vea esfera en lugar de vaca.

Llevo puestas las gafas rojas, las de la abuela de Caperucita. Esas son las de para verte mejor…

En el trabajo no llevaba bien tener que revisar los descuadres. La contabilidad, tanto número… la gente no acepta los redondeos, lo quiere todo exacto cuando se trata de sus ahorros. Al final siempre conseguía cuadrar todo, pero sus sudores le costaba. Y total, si lo tuyo no está aquí, lo que está claro es que está en otra parte, otro día igual vuelve a estar aquí, porque la esfera es muy grande, y la vaca da para todos. Pero el concepto es difícil, y en todos los ámbitos no todos lo entienden, ni es tan fácil aplicarlo.

Su vida discurría haciendo aproximaciones de un millón de cosas, que deberían ser vaca y acababan siendo esfera, que para eso había estudiado ingeniería, para saber que ésa es la clave, que cualquier problema se puede resolver con esa aproximación.

Que pudiendo ser una vaca una esfera, tenemos la llave que abre cualquier candado

Que pudiendo ser una vaca una esfera, tenemos la llave que abre cualquier candado sin tener la combinación, porque no hace falta. Es muy sencillo.

Con su hija lo tenía más difícil… no aceptaba cambiar la mascota que le pedía por ninguna esfera que ella le propusiera, pero es que la niña venía con orientación clara por las letras y las artes y estos seres no entienden la magia de las transformaciones, de la idea feliz que te transforma un problema en una ecuación volumétrica.

Llegó el cumpleaños de Ingrid y estaba por cumplir un número redondo, cambio de década. En general eso da miedo a la gente, ¡ni que fuera a cambiarte la vida! A ella le gustaba porque sabía que el día de su celebrar siempre se sentía radiante, cada año.

Había invitado a la familia y les iba a hacer un anuncio importante. Iba a montar su propio negocio, de cartas por encargo, para todo tipo de comunicaciones. La gente le encargaría a quién las quería dirigir y el tema, y ella las escribiría de su puño y letra. Con su sello y todo.

A ella le hacía ilusión, pero se había puesto las gafas amarillo impermeable de estoy segura de lo que quiero y no me afecta la lluvia, solo por si acaso. Parece que pocos ven ya utilidad en el correo escrito a mano, pero los que lo quieren usar y no lo hacen, le dan mucho valor, y ahí entraba Ingrid en juego con su servicio. Hubo debate, charla, se perdió el tema… y su sobrino, el único y más pequeño, cuando ya se iban, le preguntó.

Pero tía, ¿si escribes muchas muchas cartas, a dónde irán?

Si la Tierra es una esfera, la tía mandará cartas por toooda ella.

Pero tía, si la Tierra es plana.

Bueno, eso ya te lo explica tu madre… pero, tú sabes que hay muchas muchas vacas, ¿no? Pues enviaré cartas a toooodos los sitios donde hay vacas.

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