El camino Ignaciano por Alagón

En el año 1522, San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, realizó su camino espiritual desde el lugar donde nació, en Loyola (Azpeitia) el País Vasco, hasta Manresa y Montserrat, en Cataluña. En este año 2022 se está conmemorando el Quinto Centenario de este viaje tan especial y, por ello, en el presente artículo, quiero dar algunos datos importantes de la presencia de los jesuitas en Alagón.

La actual Casa de Cultura de Alagón fue el antiguo colegio-convento de la Compañía de Jesús, bajo la advocación de San Ignacio. Lo diseñó el hermano jesuita Antonio Forcada pero no se llegó a erigir tal y como fue proyectado. Está construido en ladrillo, excepto la base que es de piedra. Sigue el modelo del arte mudéjar. A destacar la esquina redonda que da acceso a la plaza de la Alhóndiga. Pero el máximo interés está en el interior, ya que en lo alto del edificio se encuentra una pintura mural de Francisco de Goya, cuyo título es: “La Exaltación del Nombre de Jesús”, que es el emblema de los jesuitas. El edificio se restauró en 1986.

Por su parte, la iglesia, cuya primera advocación fue de Jesús y María, representa, en su interior, un espléndido estilo barroco- rococó. En ella trabajó el padre de Goya porque tenía como oficio ser dorador de retablos. Es de nave única con bóveda de lunetos y tiene capillas entre los contrafuertes con tribunas sobre ellas. El efecto interior se deja sentir en la ornamentación de estucos y celosías de madera de las tribunas. Al exterior destaca la cúpula sobre el crucero, cubierta con teja vidriada de distintos colores que nos recuerda a las del Pilar en Zaragoza.

Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, por orden del rey Carlos III, se cambió la titularidad del templo, pasando a denominarse de San Antonio el Real. La iglesia sufrió gran deterioro en la guerra de la Independencia, y posteriormente en 1936 por un incendio. Felizmente se restauró en el año 1997, más o menos, con la belleza que un día tuvo.

Y en este año 2022 se está poniendo en valor, especialmente, el denominado Camino Ignaciano. Por Alagón, y durante todos estos meses, están siendo numerosos los peregrinos que hacen escala en nuestra villa para sellar sus credenciales y contemplar la herencia que nos dejaron de un pasado de esplendor.

Ad maiorem Dei Gloriam.