Bodas reales en Alagón

Sin lugar a dudas, la villa de Alagón tiene una larga e interesante historia que se va construyendo a lo largo de los siglos. En este presente artículo he querido recoger, de manera un tanto breve, el excepcional acontecimiento que tuvo lugar en nuestra villa un día 25 de julio del año 1338 y que tiene por protagonistas a dos ilustres y reales personajes de la historia aragonesa, el rey Pedro IV el Ceremonioso y su primera mujer, doña María de Navarra, que tuvieron sus Bodas Reales en Alagón.

El propio monarca, que tilda a su esposa de mujer de santa vida y gran honestidad, muy querida compañera y mujer suya,recoge así en su Crónica el hecho de su unión: “… Después de los sucesos antedichos, a principios del año de la Encarnación de Nuestro Señor Dios, mil trescientos treinta y ocho i siguiendo la costumbre de nuestros antepasados, hicimos demandas a todos nuestros reinos y tierras por los gastos que debíamos hacer, en razón de nuestro matrimonio con la hija del rey de Navarra, doña María, la cual fue nuestra primer esposa, y mujer de santa vida y grande honestidad. En el mes de julio del referido año debía dicha reina venir a unirse con Nos que estábamos en Zaragoza, y al llegar al lugar de Alagón cayó enferma, pero Nos la aguardamos hasta que se sintió mejorada de la enfermedad; y en tal estado, en el propio lugar de Alagón, la tomamos nupcialmente por esposa el día de San Jaime, dándonos la bendición el obispo de Châlons, que era pariente de dicha infanta. Saliendo luego del dicho lugar de Alagón, pasó la tal señora a Zaragoza donde se la honró completamente del modo que corresponde a una reina, y vino acompañada de barones, prelados y otras personas , quienes, desempeñando el encargo porque venían, se volvieron hacia Navarra y Francia…”.

La misma versión podemos recoger de Jerónimo Zurita: “… De Barcelona se vino el rey para Aragón porque estaba acordado de celebrar su matrimonio con la reina doña María su mujer, hija del rey de Navarra, para la fiesta de la Trinidad en la ciudad de Zaragoza; y el rey se detuvo en Balaguer y Lérida el mes de mayo. Y lo del matrimonio se dilató por todo el mes de junio porque el rey de Navarra se quería hallar en él; pero como la guerra entre los reyes de Francia e Inglaterra estaba en esta sazón en la mayor furia, fuéle necesario detenerse en el campo del rey de Francia…Vino la reina acompañada de Filipo obispo de Xalons que era su tío, y de algunos señores de Navarra y Francia por el mes de julio; y detúvose en la villa de Alagón algunos días doliente y allí fue el rey a visitarla a donde se celebraron las bodas; y les dijo la misa y las bendiciones de la iglesia el obispo de Xalons el día de Santiago. Y de Alagón se vino la reina a la ciudad de Zaragoza a donde fue recibida con grande fiesta…”. Al acto del matrimonio asistieron los más renombrados personajes de la época: “… prelados, infantes e procuradores de los dictos sennyores Rey e Reyna de Navarra e richos hommes, mesnaderos, cavalleros, ciudadanos e muytos otros hommes buenos de ciudades e villas e villeros de los Regnos de Castiella, de Navarra, e de Aragón…”.

Suponemos que el trajín de la boda sería impresionante con la llegada a la localidad de gentes de alta alcurnia, el transporte de la numerosa vajilla que se necesitaría para el convite, la presencia de un buen número de juglares que con sus cantos y malabarismos harían las delicias de los concurrentes y, sobre todo, el asombro y la alegría de los habitantes del lugar, cristianos, mudéjares y judíos, ante tan insólito, sorprendente y real acontecimiento.

Si alguna persona está interesada en conocer más datos de este real, singular y feliz acontecimiento os comento que escribí un Folleto más amplio sobre las “Bodas Reales en Alagón” para la Oficina de Turismo de Alagón y que se puede solicitar.

La Villa de Alagón recrea estos días el acontecimiento, pueden
descargar el programa desde este enlace.