Saber de todo

Si te das cuenta, a lo largo del día, tienes que tener en la cabeza un montón de información para subsistir en la jungla, que a veces es la vida. Ese puñado de información a veces desemboca en una sobreinformación que complica nuestras mentes ribereñas de paz y meandro. Voy a contarles mi día.

Gestoría: lenguaje de funcionariado y economía. Me faltan facturas.

Almuerzo: Un completo ( un tipo de bocadillo) y una caña tipo medio – tienes que saber terminología gastronómica.

Podólogo: Hipertrofia de la uña derecha por micro traumatismos ( estos son los mejores, van a la suya).

Compra de lanas en tienda de postín: ¿ Oiga señorita, que tipo de hilo tengo que comprar para hacer un gorro de lana? -tienes que saber de tejidos y de colores.

No voy a seguir, espero que ustedes hayan comprendido dónde quiero llegar.

La posmodernidá era esto, saber de todo. Y si no sabes de todo no saber de nada. Y si no sabes de todo y no sabes de nada, más te valiera que un camello entrara por el ojo de una aguja, o algo así.