Relatos
Lejos, muy lejos
27 enero 2024
¿Qué tal si te vas lejos? Le rondaba la idea en la cabeza desde hacía mucho tiempo, y por fin había visto clara la oportunidad. Tenía unos días libres de varios años pasados, no tenía ninguna tarea pendiente que no pudiera esperar, y siempre había querido ir lejos. Pero lejos de verdad, al espacio. Ella sabía y tenía la idea de que al espacio se va de blanco, y no tenía traje de astronauta, pero eso era lo de menos, porque no quería ir en cohete. Lo que sí era necesario era ponerse lo que fuera pero al vacío, con eso era suficiente. ¡Ah!, y unas buenas gafas de buceo con tubo y con protección solar, por la radiación.
Se auto envasó al vacío y se lanzó directa al espacio por la vía Láctea.
Así que cogió del trastero el traje de novia de su madre, de blanco reglamentario, se auto envasó al vacío y se lanzó directa al espacio por la vía Láctea.
Estuvo en el espacio unos cuantos y largos años luz, y algunos días noche, en los que aprovechó para dormir y disfrutar de la nada vacía y del vacío en absoluto. La última vez que vio que se le estaba haciendo tarde fue cuando le llegó el aviso del cumpleaños de su madre, pero justo se le acabó la batería y ya se le olvidó.
Estaba tranquilamente en su inmenso azul cobalto oscuridad, cuando de repente vio un ridículo patinete dirigirse en su dirección. En todos esos días no se había cruzado con nadie, y ahora un extraño se dirigía en medio del espacio directamente a ella, de modo totalmente familiar y le saludaba. Al parecer, la estaba buscando. Las cosas en La Tierra estaban cambiando. Ella era la única persona del planeta que se mantenía en la compañía de teléfono La Cuota. Y habían basado toda su campaña publicitaria en encontrarla a ella y llevarla a la nueva, que ahora se llamaba LaNiúCuota y que pasaría a ser la única y poderosa, la dueña de todos los móviles.
Les costó creer que la señal del móvil que habían detectado estaba fuera de la órbita terrestre, pero como teleoperadores tenían muchos, allá que mandaron al del patinete, envasado en su uniforme coloriris, con su cámara integrada, porque todo esto era un acontecimiento.
El encuentro: Primer plano, ella en vestidodenoviablancoalvacío, flotando en el espacio. Él, en patinete, al haber frenado, flotan patinete y operador. A Marga (hasta ahora ella) no le sienta nada bien que venga el tipo este a sacarla de su paz, encima en patinete. Marga no puede ocultar la tensión, en su cara y en su vagar espacial, rígido.
Desenlace: El le explica el motivo de la visita bla blá… Marga no se lo puede creer y sabe que le va a decir que NO, porque además todo es ridículo. Él no está acostumbrado al espacio y lo mismo está hablando boca arriba que tumbado que mirando para atrás… Ustedes lo verán todo muy bien en el plano si ven las imágenes grabadas en la tele, está todo en Youtube. Pero no nos olvidemos de que hay un tercer actor, y es entonces el patinete el que se acerca por detrás, ni siquiera con mala intención, y le golpea, dejándole fuera de cobertura para lo que viene siendo el resto de los días.
Final: Marga, con esperanza de que esté bien, hace dos cosas que nunca hubiera hecho: – le dice que sí, que se cambia de tarifa y de compañía (queda grabado). – Y se monta en el patinete rumbo a la Tierra. ¡Ella que odia esas máquinas! Eso sí, las imágenes son preciosas, el plano de ella volviendo erguida, enfadada con el mundo, y al fondo una tremenda luna mulata.
Vagando con su traje de novia envasada al vacío por siempre, pero no por la vía Láctea como le había gustado.
Y así, el viajedelavida de Marga quedó para siempre vagando con su traje de novia envasada al vacío por siempre, pero no por la vía Láctea como le había gustado, sino por las redes, atrapada en ese espacio, en un video del que han hecho mil historias paralelas y hasta van a hacer una película, pero que dicen que será ¡de terrores!
Y Marga sigue pensando en viajar lejos, de momento lo piensa otra vez como su viaje asíntota, como algo que se desea y no se llega a hacer real, pero sabe que lo puede conseguir. Solo está esperando juntar otra vez unos días…