El Carlos III

Ya saben ustedes, que si alguien puede tratar a los lectores de usted, y al día siguiente de tú, es un servidor. Y es que no estoy bien. Arrastro años detrás de una barra, y se quedan algunos tics.

Ya saben ustedes que estos días se ha producido la coronación de unos monarcas, y uno, el que escribe, que no está por las monarquías, se acerca tímidamente a investigar por ver si los Windsor pintan mejor que estos nuestros.

He leído algunas cosas, por documentarme másquenada, y tengo una frase que va a marcar mi posterior devenir, en lo filosófico, en lo religioso y en lo humano ( no sabría decirles a que corresponde esta tripartita división).

Pero antes, decirles, que Carlos III tiene 780 millones de lo que sea ( hasta en pesetas me parece mucho), que no paga impuestos pero es un monarca verde. No caza elefantes en Boswana.

Pero vayamos a la frase.

Como quiera que estoy haciendo un curso de inglés para ciudadanos de la ribera y mi profesora, dice que no me ve tonto del todo, la voy a decir en inglés.

     NEVER COMPLAIN, NEVER EXPLAIN.

Si fuera, un columnista estirado les diría buenas noches, y me quedaría tan ancho. Pero tengo que traducirlo, no vaya a ser que lea esto mi madre, o mi tío Alejandro.

      NUNCA QUEJARSE, NUNCA EXPLICAR.

Buenas noches.