La Madriguera
Polvo de Estrellas

Tener ídolos en las décadas de los 80 y 90’s era más complicado que en la actualidad o, cuando menos, distinto. Había menos ocasiones de ver al personaje mitificado y por tanto exprimíamos al máximo cada una de sus apariciones, posturas, declaraciones, etc… Epi, era uno de los míos. No se trata del compañero de Blas en Barrio Sésamo, no. Os estoy hablando de Juan Antonio San Epifanio. Uno de los mejores jugadores de baloncesto de Europa en la década de los 80. Nacido y formado inicialmente en Zaragoza, con 15 años recaló en el equipo de baloncesto del FC Barcelona y tras 19 años colgó la camiseta en el mismo club. Su mítico número 15 fue retirado y ya no se ha vuelto a usar más. Bien, pues Epi viajaba todos los días conmigo camino del colegio. Pegado a mí… en mi carpeta, junto con Chicho, Nacho, Andrés, Audie y algún otro (creo que ahora los chavales no llevan las fotos de sus ídolos pegadas en sus carpetas). También estaba en casa, lo tenía en un póster dentro de mi armario y todas las mañanas lo veía cuando elegía la ropa que me iba a poner. Allí estaba con sus eternas muñequeras y su camiseta roja de manga corta debajo de la blaugrana de tirantes del equipo.

Sus pósteres y fotografías no eran muy variadas ni espectaculares. No destacó por su juego explosivo ni atlético, ni por sus mates, pero, eso sí, cuando el partido estaba igualado y quedaba poco para el final todos sabían a quién darle la bola; como en la semifinal del Eurobasket 83 contra la URSS. España 95-URSS 94. A falta de 6 segundos para el final del partido y cuando a todo el mundo le quemaba el balón en las manos, se lo pasaron a Epi y partido decidido. Un día más en la oficina.

Pero los ídolos deportivos, las estrellas, son personas de carne y hueso y empiezan su camino como lo podemos hacer cada uno de nosotros. Con un paso. Nuestro Epi lo dio en el colegio Santo Tomás de Aquino de Zaragoza pasando después por el C.N Helios donde fue excluido del equipo porque alguien no le vio posibilidades. Este rechazo le sirvió para trabajar más duro y sería gracias a su hermano mayor, Herminio, que recaló en Barcelona siendo ya lo demás historia. Este texto lo escribo pensando en los chavales que juegan a baloncesto en nuestra ribera y especialmente a los de la escuela de baloncesto de Jesús Cilla en Alagón. No penséis que las estrellas deportivas únicamente surgen en grandes ciudades o en el extranjero. En Alagón convivís a diario con una de ellas, vuestro Jesús. Jesús Antonio Cilla Rubio se formó en las categorías inferiores del C.B Zaragoza y al igual que Juan Antonio San Epifanio pasó por el C.N Helios. Tras recalar en varios equipos y categorías por fin cumplió su sueño de jugar al máximo nivel nacional y en la mejor liga europea, la ACB española, a la edad de 25 años, en el Ricoh Manresa donde, a buen seguro aún se acordarán de él, por su lucha, por su entrega y por su calidad también. No en vano fue nombrado mejor jugador nacional de la jornada 14 en la temporada 2002-03 y llegó a jugar en la Euroliga con el Taugrés de Vitoria. Su trayectoria deportiva la podéis consultar en las redes cuando queráis, yo hoy quiero traeros a la Garceta sus impresiones sobre el deporte escolar en la actualidad y en la época en la que a él le tocó formarse. Os quiero acercar aquí a nuestro Jesús Cilla para que nos cuente cómo se convirtió en una estrella de la ribera. Nos habla de sus ídolos deportivos, sus primeros botes en Alagón. El momento en que se dio cuenta de que podía llegar a cumplir su sueño y que papel jugó su familia en esa lucha diaria, los estudios, los entrenamientos. También recuerda sus mejores y peores momentos como jugador profesional y explica que se siente al formar parte de un equipo al máximo nivel europeo. Qué jugadores le marcaron y que amistades conserva. Por último, le preguntamos por el deporte en el entorno rural y la posibilidad de llegar a algo más.
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Entrevista a Jesús Antonio Cilla Rubio
Espero que esta improvisada entrevista os haya servido para conocer mejor a Jesús y cómo llegó a convertirse en jugador profesional de baloncesto. Aragón es tierra de baloncesto al máximo nivel tanto masculino como femenino. En los chicos, tras Epi y Jesús han llegado otras generaciones rompedoras que, debido a su gran calidad, han permanecido poco tiempo jugando en la tierra.

Es el caso de la generación Z comandada por Carlos Alocén y Jaime Pradilla o la más reciente irrupción de un chaval de 17 años, Aday Mara, que a buen seguro figura en mayúsculas en todas las agendas de los ojeadores nacionales e internacionales. Por lo que respecta el baloncesto femenino, y justo en estos días en los que escribo este texto, tenemos que lamentar el temprano fallecimiento de la que ha sido la mejor jugadora aragonesa de todos los tiempos, Pilar Valero, que marcó la senda para que otras jugadoras aragonesas como la zaragozana Cristina Ouviña sea considerada una de las mejores jugadoras españolas en la actualidad. A los chicos y chicas de las escuelas de baloncesto les diría que, a su edad, el objetivo no es la competición pura y dura, ni ganar ni perder, ni tan siquiera ser el mejor sino hacerlo lo mejor posible, pasarlo bien y divertirse, ahora bien, que tampoco olviden que el equipaje de la próxima estrella de la ribera puede estar… dentro de su armario.

Pulsando sobre el play de la imagen de portada podrán ver el épico último minuto partido de las semifinales España URSS 1983.
Documental sobre Juan Antonio San Epifanio de la TV3
Música: La llamada, Leiva. No dejes de soñar, Jesús Carrasco.