El Soneto

Se me metió en la cabeza hacer una incursión en la poesía y he conseguido dos cosas: un mal soneto y algunas reflexiones sobre la lírica. En primer lugar, ¡qué difícil es escribir un poema! Porque, claro, me podía haber decantado por el verso libre, pero, un cuadriculado como yo necesitaba unos límites, unas condiciones. Así que elegí el soneto. Quizás porque recordaba a aquellos de Quevedo que nos hacían leer en el colegio.

Pues eso, que si los cuartetos, los tercetos, los endecasílabos, que las sílabas no se separan igual si estamos haciendo una poesía que si escribimos normal, que si las sinalefas, el ritmo, la cadencia… y la rima. Que no sea burda, que no resulte ñoña, pero que rime, y no de cualquier manera. También está el tema elegido y en eso creo que tampoco he acertado, pues el de la política resulta ser un mundo más prosaico que otra cosa.

Soy de explicar las cosas, que se entienda todo, y con los versos no se explica, se insinúa. Son como algunas canciones, cada uno puede entenderlas a su manera. Por otro lado, es un buen ejercicio el de hacer una poesía ya que nos obliga a buscar figuras, imágenes, a pensar. Así que, sin ser mi género favorito a partir de ahora me asomaré más a menudo al mundo de los versos.

Dicho esto, y esperando perdonéis mi atrevimiento y apreciéis el reto os dejo con mi soneto.

Posdata: Como no me puedo reprimir os diré que Ariadna era buena y Medea era mala. ¡No tengo remedio!

SONETO DEL MAL SERVIDOR… PÚBLICO

Del griego Aristóteles, su utopía

dar por el bien común, deliberar

más al final de todo, navegar.

La Politika fue su epifanía.

Hará falta un líder sin cobardía

ese con el que querremos ganar.

Nuestro Mesías, el que nos va a salvar,

medra, trepa y aplaudimos su valía.

Ariadna se transformará en Medea,

por avaricia, poder o ambición,

será ciego o necio quien no lo vea.

A los buenos daré más ocasión

a ellos honor y gloria, mi presea.

A los malos, mi repulsa y sanción.